Exposición

El MNAC reivindica a Mey Rahola, pionera de la fotografía de la Segunda República

Emancipada, moderna y vitalista, fue la autora de los últimos retratos de Manuel Azaña en 1940

Mey Rahola. Sense títol (esportistes) 1932-1936.

Mey Rahola. Sense títol (esportistes) 1932-1936. / EPC

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El MNAC reivindica a través de una exposición antológica la trayectoria de Mey Rahola (León, 1897-Vaucresson, 1959), una mujer pionera en el ámbito de la fotografía en España, emancipada, moderna y vitalista, autora de los últimos retratos de Manuel Azaña en 1940.

Sin embargo, durante más de sesenta años su nombre no ha tenido ninguna repercusión pública, a pesar de que en 1936 había ganado una medalla de plata en el concurso anual de la Agrupación Fotográfica de Cataluña, había expuesto en salones internacionales, publicado en revistas o viajado por España con su amigo, también fotógrafo, Antoni Campañà.

Mey Rahola. Jugadora de Pilota. 1936 

Mey Rahola. Jugadora de Pilota. 1936  / EPC

Fue hacia 2010 cuando Lluís Bertran le comentó a su amiga e historiadora de la fotografía Roser Martínez que su bisabuela había sido fotógrafa y que algunas de sus imágenes estaban en el comedor de la casa de vacaciones de Cadaqués (Girona), aunque no existía ningún archivo con sus trabajos, ni en la familia se le daba mucha importancia a estas obras.

Ambos empezaron a tirar del hilo -son los comisarios de esta exposición junto con Roser Cambray- y tras más de once años de paciente tarea han acabado recuperando unas 600 copias de época y cerca de 250 negativos de una artista que "se identificaba con un modelo de mujer nueva, moderna, deportista, con un corte de pelo a 'lo garçon', que vestía pantalones, aunque no cuando visitaba a sus suegros en Figueres, y fumaba", en palabras de Martínez.

Hija de un ingeniero ferroviario ampurdanés, Mey, con una hermana que se llamaba Pilar Rahola, vivieron en diferentes ciudades como León y Madrid, donde ella se crió, pero cada verano el padre contaba con un vagón de tren para él y su familia que los llevaba desde la capital del estado a Figueres y de allí, en tartana, iban hasta Cadaqués.

En 1921 se casó con el jurista y político republicano Josep Xirau, con quien vivió en Sevilla y Roma, antes de instalarse en Barcelona, donde en 1932, con los tres hijos ya crecidos, empezó a tomar fotografías.

Destacan de estos años sus marinas, imágenes en muchas ocasiones sacadas desde el velero familiar, con recursos visuales de las vanguardias fotográficas, como las composiciones en diagonal, los motivos descentrados o perspectivas en picado y contrapicado.

Para Roser Martínez en el mar "es donde su empuje es más visible", pero también ha resaltado que las imágenes que tomaba a sus hijos "muestran una nueva infancia librada e influida por nuevas pedagogías".

Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil provocó que tuviera que exiliarse con su marido a Francia, estableciéndose en Lyon, donde se profesionalizó y en unos años difíciles, durante la Segunda Guerra Mundial, mantuvo a la familia.

Antes, en 1940, tal como se puede ver en la exposición, abierta hasta el 29 de mayo, fotografió al último presidente de la Segunda República Española, quien falleció poco tiempo después.

Fotografía de Mey Rahola en la costa del Cap de Creus, hacia 1933-1936. 

Mey Rahola, Sense títol [Costa del Cap de Creus], hacia 1933-1936.  / EPC

De su profesionalización en Francia, trasladándose de Lyon a Vaucresson, cerca de París, destaca una obra con "una gran versatilidad estilística, entre la fotografía humanista, la fotografía de moda y un cierto formalismo geométrico".

Mey Rahola, que durante la Guerra Civil había publicado algunas fotografías para la propaganda republicana, pudo visitar puntualmente, a partir de 1946, a su familia en Barcelona, donde tomó fotografías callejeras, que nunca dio a conocer, tanto de esta ciudad como de otras como Vic (Barcelona).

Mujer independiente, hizo fotografías hasta su muerte, el 17 de agosto de 1959.

Para Roser Cambray, su obra "cautiva por su gran valor artístico, su calidad, en un mundo completamente masculino", y se ha preguntado: "¿Cómo puede ser que una figura así, que tuvo proyección pública, haya visto su nombre totalmente borrado del relato de la fotografía en España hasta ahora?".

La exposición, con un presupuesto de 70.000 euros, se presenta de forma simultánea con otra en el Museo del Empordà en la que se pone el acento en el género de las marinas, donde más destacó en los años treinta del siglo pasado.

El director del MNAC, Pepe Serra, partidario de "revisar, destruir y construir un nuevo canon del mundo del arte", después de que se haya explicado únicamente desde el punto de vista masculino, ha puesto en relieve el libro que se ha editado sobre Mey Rahola, el primero centrado en esta mujer fotógrafa.