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Val Kilmer, según Val Kilmer: grabarse durante toda una vida (y 800 horas) vale un documental

El icónico actor tenía cientos de horas de material, desde pelis caseras hasta video-audiciones grabadas para Kubrick, que ahora se han convertido en 'Val' (Filmin, 20 de mayo)

El actor Val Kilmer mira a cámara en una imagen del documental 'Val'

El actor Val Kilmer mira a cámara en una imagen del documental 'Val' / 'VAL'

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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"Conocí a Val mientras montaba un corto cómico de Harmony Korine ['The lotus community workshop']", explica Leo Scott, codirector de 'Val', el documental sobre Val Kilmer que Filmin estrena (también en salas) el viernes, día 20. "Recuerdo que le envié un email para decirle cuánto me había gustado su trabajo en esa pequeña película. Y me contestó en treinta segundos", comenta. 

Lo que empezó como breve diálogo virtual acabó en una estrecha relación: Scott colaboró con Kilmer documentando la preparación de la obra teatral sobre Mark Twain que había sido el sueño del actor durante largo tiempo; también ayudó con la versión fílmica de la misma, Cinema Twain, digitalizando material de un archivo autobiográfico audiovisual con algo de imposible Santo Grial. 

Audiciones de Kubrick

Kilmer había estado registrando su vida desde pequeño y, a la vez, no se había preocupado mucho hasta entonces por repasar lo grabado. Guardaba en cajas hasta 800 horas de material en los más diversos formatos, de los 16mm al VHS y al digital actual: películas caseras, páginas de video–diario, cuidadas video–audiciones grabadas para Kubrick y Scorsese, etcétera. Con su carrera semitruncada por el cáncer de garganta que le diagnosticaron en 2014 (desde su radioterapia y quimioterapia, Val habla a través de un tubo de traqueotomía), ahora tenía más tiempo para echar la vista atrás. 

Personaje icónico

Ting Poo, codirectora de Val, fue quien empujó a Scott a proponer ese viaje al intérprete. "Era esencial hacer algo con el material. Es muy raro que alguien tan icónico se haya estado filmando toda la vida", subraya. Al estilo de 'Listen to me Marlon', el documental que contaba la historia de Brando a través de audios privados del mito, 'Val' es la historia de Val Kilmer contada por él mismo.

"El documental de Brando era precioso. Sobre todo, porque era su voz la que te arrastraba a través de la película. Fue una gran influencia porque desde el principio supimos que Val –o la voz de Val– llevaría las riendas", apunta Poo. Su voz, o mejor dicho, sus palabras, recitadas en realidad por Jack Kilmer, el hijo (actor) del actor. "Era nuestra única opción al respecto. No teníamos un plan B", cuenta la codirectora. 

"Es muy raro que alguien tan icónico se haya estado filmando toda la vida", dice Poo, codirectora de 'Val'

Gracias al documental se puede conocer de primera mano al Kilmer más desconocido: el que grababa 'remakes' de títulos clásicos con sus hermanos y se esforzaba ya de adolescente por ser el mejor actor teatral posible.

Esta etapa de su vida está marcada por la pérdida: su hermano pequeño Wesley, aspirante a director, murió a los 15 años tras sufrir un ataque de epilepsia en un jacuzzi. "Yo no sabía mucho sobre todo esto. Y es algo con lo que, como espectador, conectas enseguida. Todos tenemos historias familiares complicadas. También desconocía su gran interés por el teatro desde muy joven: ¡era un verdadero nerd!", explica Poo.

A los 17, Kilmer se convirtió en la persona más joven en ser aceptada en la división teatral de la prestigiosa Escuela Juilliard. "Es un actor shakespeariano en toda regla. Había oído historias sobre la obsesión de Kilmer por Hamlet y que se llevaba el libro a fiestas y todo eso. Pensaba que eran leyendas, pero esta película demuestra que es verdad", comenta Scott, el otro codirector de 'Val'.

Después, Hollywood llamó a su puerta, primero para el delirio 'Top secret!', poco después para uno de sus papeles más populares: el perfeccionista belicista Iceman de 'Top gun', para cuya secuela vuelve en una breve, pero, al parecer, emotiva contribución. Llegarían también el Jim Morrison de 'The Doors' y, por supuesto, el Batman de 'Batman forever', papel que solo quiso hacer una vez tras su paralizadora experiencia con el traje del hombre murciélago. Optó por la versión fílmica de 1997 de 'El Santo', planeado principio de una franquicia que nunca fue.

Otra de sus mayores decepciones fue 'La isla del Dr. Moreau', proyecto de rodaje legendariamente problemático; en Val le vemos (o, sobre todo, oímos) enfrentarse al director de reemplazo John Frankenheimer. "Había como diez horas de material de este rodaje imposible», revela Scott. «Todo muy surrealista. Alrededor de un centenar de extras dando vueltas por ahí, tratando de averiguar qué están rodando exactamente. Se palpa la tensión", añade Poo.

Sin rivalidad con Cruise

Por la parte más personal, 'Val' es también un reflejo del que un día fue su feliz matrimonio con la actriz británica Joanne Whalley, con la que entabló relación en el rodaje de 'Willow'. Tuvieron dos hijos: Mercedes, que vive al lado de su padre, puerta con puerta, y el citado Jack. Incluso en los momentos hipotéticamente más tensos o difíciles, la película desprende amor, empatía, ganas de hacer las paces con la vida y el mundo. 

Aunque empieza con imágenes del reparto de malotes de 'Top gun' burlándose de Tom Cruise, Kilmer deja claro que se lleva de maravilla con su antiguo compañero de reparto. "Era importante para él aclarar eso. Piensa en él como un amigo", zanja Poo. 

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