Crítica de música

Sau30, fieles al espíritu de Sau en el Palau

El grupo capitaneado por Pep Sala evocó a la formación madre con la pulcra revisión de sus clásicos y el cancionero del nuevo disco, de sonoridad homologable, ‘Mil i una nits i uns quants dies’

Sau30, en el Palau de la Música

Sau30, en el Palau de la Música / Álvaro Monge

Jordi Bianciotto

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La reunión de amigos que, en 2017, dio pie a un regreso oficioso de Sau bajo la marca Sau30 ya tiene aspecto de grupo normal y activo, y tras el ‘revival’ ha llegado el disco de canciones nuevas, ‘Mil i una nits i uns quants dies’, que enmarcó el concierto de este jueves en el Palau. Noche de reafirmación de una generación de músicos y de público, y de un sonido histórico al que la banda no renuncia, dado que las nuevas canciones reviven el viejo espíritu sin complejos ni pretensiones de modernización.

Piezas estas que bascularon entre el ‘riff’ guitarrero de ‘Trossets de mi’ y el simpático medio tiempo ‘El dia menys pensat’; el espejismo ochentero, bañado en sintetizadores, de ‘Potser és allò que en diuen fer-se gran’, y una flagrante ligereza como ‘Color de sang’. En su día, Sau cultivó a la vez la sonoridad adulta (de un rock atemporal de FM) y la tonada con brotes juveniles, y el nuevo repertorio preservó ese equilibrio, haciendo así buenas migas con los números clásicos, que los hubo, sobre todo, procedentes de los álbumes ‘Quina nit’ (1990) y ‘El més gran dels pecadors’ (1991).

Estos resurgieron con modos pulcros, a cargo de los músicos originales, con Pep Sala al frente, cómplices como el fino guitarrista Josep Lluís Pérez (extitular de la saga Los Burros-El Último) e invitados como la violinista Simone Lambregts. De cubrir en lo posible la ausencia de Carles Sabater se encargó Jonathan Argüelles, preciso y elegante dentro de las coordenadas del papelón, en esas canciones que en su día aplicaron al catalán moldes líricos de la música ‘anglo’, como ‘Envia’m un àngel’ y ‘Tu encens el meu foc’. Y aunque es desconocido el futuro que le aguarde a Sau30, sí sabemos que Sau tiene, por ese ‘Boig per tu’ que inflamó el Palau, un lugar asegurado en los anales de nuestra música.

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