María Lejárraga y la memoria histórica feminista que hace falta desenterrar

María de la O Lejárraga fue una de las mujeres más brillantes de su época. Desde principios de siglo hasta el comienzo de la Guerra Civil escribió casi un centenar de obras, colaboró con Manuel de Falla en la elaboración de ‘El amor brujo’, tuvo un éxito internacional gracias a ‘Canción de cuna’, escribió ensayos feministas, mantuvo correspondencia con Juan Ramón Jiménez e incluso se dice que Disney plagió un guion suyo que terminaría siendo ‘La dama y el vagabundo’. Pero María Lejárraga no forma parte de la historia oficial de la literatura de nuestro país. No se incluye en los planes de estudios ni prácticamente se sabe de su existencia. Toda la gloria se la llevó su marido, Gregorio Martínez Sierra, que fue quien firmó sus obras. Y, aunque era un secreto a voces, todo el mundo prefirió guardar silencio, sacrificar su identidad literaria y relegarla al anonimato. 

Cuando la documentalista Laura Hojman empezó a leer sobre María Lejárraga sintió al mismo tiempo fascinación y rabia. ¿Cómo era posible que se hubiera invisibilizado la figura de esa mujer? Pensó que contar su historia era un acto de justicia. 

Además de documentarse, contó con la ayuda de estudiosas en la materia como Antonina Rodrigo (autora de 'María Lejárraga: una mujer en la sombra') y Vanessa Montfort (que había estrenado la obra de teatro 'Firmado Lejárraga', convertida más tarde en novela en ‘La mujer sin nombre’). Sus conocimientos le abrieron la puerta a una mujer fascinante, con un refinado sentido del humor que la convirtió en una de las piedras angulares de la intelectualidad de principios de siglo. Para poder escribir, tuvo que renunciar a su firma, llevándose su marido todos los premios y reconocimientos. Cuando él la abandonó, perdió todos los derechos sobre su obra. Murió exiliada y en la miseria. 

"Yo no quería hacer una biografía al uso de María", cuenta Hojman. "Lo que más me interesaba era lanzar una reflexión: ¿por qué tanto ella como tantas otras mujeres están condenadas al olvido, por qué no se reconoce todavía hoy su labor?". Para ello, la documentalista ha contado con un buen puñado de testimonios. Además de las citadas Rodrigo y Montfort, Rosa Montero, Isabel Lizarraga, Manuela Carmena o Remedios Zafra. Gracias a esta polifonía de voces y a través de la narración de Kiti Mánver, nos adentramos en la vida de Lejárraga a través de todas sus etapas. Su periodo de formación, su labor educativa, su matrimonio con Gregorio y su pacto a la hora de escribir con su nombre, su momento de esplendor teatral y su condena al ostracismo tras la ruptura, su vinculación política con el Partido Socialista y su labor pedagógica feminista, recogida en buena parte en ‘Carta a las mujeres de España’. 

Movimiento feminista

"Por una parte quería contar quién era María Lejárraga, porque parto del hecho de que continúa siendo una desconocida. Mostrar qué había hecho, por qué fue una autora tan relevante y moderna dentro de la literatura. Por otra, tenía claro que el documental debía  ir más allá. ¿Por qué en España se conoce tan poco de los años 20 y 30? Las mujeres en esa época se convirtieron en motores activos del cambio social y político. Había un movimiento feminista muy importante que dio a luz a numerosas reformas que quedaron coartadas por el franquismo". La directora piensa que es necesario recordarlo porque esos referentes son importantes, porque plantaron las semillas del feminismo actual. "Son nuestras abuelas ideológicas, como dice Manuela Carmena. Queda mucha memoria histórica de las mujeres por desenterrar”. 

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