Regreso del trovador ‘indie’

Damien Jurado: “No puedes odiar a los rusos por el tipo que preside el país”

El cantautor de Seattle actúa en la sala de Apolo de Barcelona, acompañado del guitarrista Josh Gordon, para presentar el álbum ‘The monster who hated Pennsylvania’

Damien Jurado, en una imagen promocional de su disco 'The monster who hated Pennsylvania'

Damien Jurado, en una imagen promocional de su disco 'The monster who hated Pennsylvania' / EPC

Jordi Bianciotto

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Helena, Tom y Jennifer son algunos de los nombres propios que dan título a las canciones del último álbum de Damien Jurado, ‘The monster who hated Pennsylvania’, publicado el pasado mayo y que recoge su versión más depurada como narrador y cancionista. “Raramente escribo sobre mí mismo, y este disco va de historias cortas sobre personajes que dan vueltas en mi cabeza”, explica el trovador de Seattle, cuya actual gira europea le trae este jueves a la sala Apolo.

Tras una veintena de álbumes, Damien Jurado desarrolla su pulsión de cantautor de interiores, espartano y pulcro, aquí contándonos las vicisitudes de unos individuos que afrontan dilemas vitales. Un disco en el que sigue comunicándose, a título post mórtem, con su viejo cómplice Richard Swift, que le produjo cuatro discos hasta su fallecimiento en 2018. El sonido “crudo” del álbum deriva de viejas conversaciones, “cuando hablaba de ciertos álbumes de Lou Reed, como ‘The bells’ y ‘The blue mask’, y de ‘Ram’, de Paul McCartney, y ‘Pink flag’, de Wire”, recuerda Damien Jurado, que ve el nuevo álbum en la estela de aquel tándem con Swift. “Comenzamos trabajando con mucho ‘reverb’ y mucha atmósfera, pero los últimos discos fueron más secos”, reflexiona. “Denota vulnerabilidad tratar de esconder la voz con el ‘reverb’. Lo que he hecho es seguir con nuestro plan. Estoy seguro de que a Richard le gustaría”.

Ecologismo discográfico

El nuevo álbum viene a ser una segunda parte de ‘What’s new, Tomboy?’ (2020), después de haberse arrepentido, dice, de publicar en su día ‘Visions of us on the land’ (2016) como un solo volumen cuando debían haber sido dos discos separados. Libertades que puede tomarse tras haber alumbrado su propio sello, Maraqopa. “Soy un padre de familia con dos críos y, en el mundo actual, la industria del disco se ha hecho muy difícil. Me pregunté por qué no le daba una oportunidad a trabajar por mi cuenta”, explica Jurado, que se planteó crear “un sello ‘boutique’ para publicar discos físicos en cantidades pequeñas, 2.000 o 3.000 unidades que se van a vender todas y a convertirse en objetos de coleccionista”. La operación tiene hasta coartada ecológica. “El cambio climático se está convirtiendo en un problema serio, y así rebajo la producción y prescindo de almacenamientos”.

La zozobra emocional que vivimos estos días, ¿flota en los conciertos? “No sé si yo la noto, aunque quizá el público sí, un poco, buscando algo de evasión o de cura anímica. Creo que la gente que viene a mis ‘shows’ busca más la experiencia que el entretenimiento”, medita Damien Jurado, horrorizado al ver “cómo un país, Ucrania, está siendo demolido por un tirano”, a la vez que pide “que esto no derive en la rusofobia, porque no puedes odiar a los rusos por culpa del tipo que preside el país, igual que antes con los estadounidenses y Trump, o los alemanes y Hitler”.

A Apolo acude acompañado de Josh Gordon, guitarrista y propietario del estudio Sonikwire, en California, “amigo, hermano y músico increíble”. Abrirá otra figura cercana, la cantautora Corrina Repp, cuya música describe como “introspectiva, cerebral, ensoñadora, casi hipnótica, y muy hermosa”.

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