Arte

Los rostros de Plensa invitan a la reflexión en el renovado museo de Céret

El artista barcelonés recuerda "la guerra estúpida de Ucrania" en la inauguración de la exposición 'Cada rostro es un lugar', que reúne 13 de sus icónicas esculturas y 20 dibujos de gran formato y con la que estrena la ampliación del Museo de Arte Moderno de la localidad del sur de Francia 

Plensa, junto a una de sus obras en la exposición del renovado museo de Céret.

Plensa, junto a una de sus obras en la exposición del renovado museo de Céret. / EFE / DAVID BORRAT

Anna Abella

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Una exposición que es "como un paseo tranquilo a las 5 de la tarde", a través de 13 esculturas y 20 dibujos originales de gran formato que visualizan los rostros, siempre de ojos cerrados, que pueblan la iconografía que identifica gran parte de la obra de Jaume Plensa (Barcelona, 1955). "Rostros que hablan del ser humano y de las culturas diversas y la globalidad del mundo", explica el artista catalán sobre el título de la muestra, ‘Cada rostro es un lugar’, con la que inaugura la ambiciosa remodelación del Museo de Arte Moderno de Céret, en Francia, a un paso de la frontera. Un Plensa que, ante la guerra en Ucrania, "con mucha gente muriendo, casas destruidas, donde todo es trágico", se pregunta: "¿En qué puede ayudar el arte?". Y se responde con esos retratos, que pueden funcionar como "homenaje a los rostros de esas madres con sus hijos que van al exilio, de esos hombres que defienden su país, su familia, su casa, su trabajo. Nos parecemos tanto... Todos amamos a los hijos, a la familia, la lengua… Es una guerra estúpida. Tengo amigos en Ucrania y en Rusia, he expuesto en Kiev y en Moscú. Es un malentendido. Hay gente maravillosa en los dos países. Espero que acabe pronto y que volvamos a una cierta ‘civilidad’, como decía Vicent Andrés Estellés".  

Piezas de Jaume Plensa en la exposición 'Cada rostro es un lugar', con la que se reabre el Museo de Arte Moderno de Céret.

Piezas de Jaume Plensa en la exposición 'Cada rostro es un lugar', con la que se reabre el Museo de Arte Moderno de Céret. / Efe / David Borrat

Plensa, flamante Català de l’Any de EL PERIÓDICO, recibe a la prensa en el vestíbulo del museo francés, ante el primer rostro que da la bienvenida al visitante. Es un retrato de mujer joven, parecida a la monumental ‘Water’s soul’, de 22 metros de alto, que el pasado octubre inauguró en Nueva Jersey, en Estados Unidos, con un dedo en los labios, que "es una invitación al silencio para entender y escuchar nuestros pensamientos e ideas". "Esta es de mármol de Macael, de Almería, es el que utilizaban los romanos en sus columnas, es cristalino y de gran dureza -especifica-. Invita a utilizar la cultura como espejo o a mirar el país interior que solemos mantener oculto, porque no solemos hablar de nosotros mismos". 

Estos rostros son como un homenaje a los de esas madres con sus hijos que van al exilio, de esos hombres que defienden su país, su familia, su casa, su trabajo. Nos parecemos tanto... Todos amamos a los hijos, a la familia, la lengua…

Las obras de la exposición, que puede verse hasta el 6 de junio, fueron seleccionadas hace tres años y desde entonces no han salido del estudio del artista. Ahora dialogan entre ellas en la nueva y amplia sala destinada a las exposiciones temporales del museo de Céret, que reabre tras más de dos años cerrado por las obras de ampliación, con el proyecto del arquitecto Pierre-Louis Faloci (1.300 metros cuadrados adicionales) que también afecta a la colección permanente, que incluye obras de Picasso, Braque, Gris, Jacob, Brune, Soutine, Masson, Chagall, Miró, Tàpies o Barceló.

Considera Plensa, que ya expuso en el museo de Céret en 2015, que "el propio rostro es algo difícil de ver para uno mismo, es el regalo que hacemos a los demás, el rostro es el gran retrato del alma. Con sus tics, con el movimiento de la boca, la nariz, los ojos... es un alfabeto de signos extraordinario y de enorme riqueza con el que nos entendemos con los demás".

La escultura del vestíbulo no es la única que llama al silencio. Al fondo de la sala, suspendido, dando sensación de ingravidez, otro gran rostro, este de bronce fundido sobre madera. "Parece que esté en una capilla, he dejado más oscuridad para dar más intimidad con la obra -señala-. El bronce me gusta cada vez más, con él consigues fijar el momento, es una foto en el tiempo, es una botella perfecta para transportar el mensaje". Para el artista barcelonés, "el mensaje es importantísimo, pero la botella es clave". De ahí, que en Céret utilice distintas ‘botellas’. Otros rostros se alzan opacos, oscuros, negros, "con aire gótico, casi sacro". Otras caras se yerguen en acero inoxidable fundido, "con efecto de plata vieja", o se entrelazan en malla, "buscando la invisibilidad, la transparencia absoluta, la idea de desaparición".  

Parte de la nueva sala del museo de Céret, con obras de la muestra de Plensa.

Parte de la nueva sala del museo de Céret, con obras de la muestra de Plensa. / ROBERTO RUIZ

"Sudarios de las esculturas"

Plensa reúne en Céret esculturas y dibujos, algo que no suele exponer junto. Son dibujos sobre papel y sobre ropa de sábana. Un amigo, apunta, le regaló una bobina que usó para cubrir las obras en el estudio y protegerlas del polvo. "Y vi que se convertían casi en sudarios de las esculturas, como la Sábana Santa". Y frotó y calcó las obras con pastel, carboncillo o grafito hasta lograr "imágenes fantasmas", que completó con rostros. 

El artista, pletórico ante esta muestra y ante la próxima, que en mayo inaugurará en París, sabe bien que las esculturas expuestas al aire libre son un poco como "'’homeless’ que sufren mucho a la intemperie", pero cree que obras en el espacio urbano, como ‘Carmela’ ante el Palau de la Música en Barcelona, o ‘Julia’, en la plaza de Colón de Madrid, que la gente le pide que no se las lleve, dice sonriendo, "introducen belleza en los estados de ánimo de la gente, de gente que sin ello quizá no llegaría al arte". Por ello, añade, "los políticos deben confiar en el artista, que quiere triunfar con el entorno y que la comunidad abrace su obra".