Novedad editorial

Javier Cercas: "Dinero significa impunidad"

El escritor cierra en Mallorca con 'El castillo de Barbazul' su trilogía 'Terra Alta' y deja la puerta abierta a escribir una novela de no ficcion sobre el verdadero 'héroe' de Cambrils

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cercas / Pau Cortina

Elena Hevia

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Que Mallorca puede ser un paraíso tranquilo es algo mundialmente conocido, pero todo paraíso tiene su serpiente y Javier Cercas ha sabido encontrarla en Pollensa, en la sierra de Tramontana, el lugar donde se cierra la trilogía 'Terra Alta' protagonizada por el exrecluso, exmosso d’esquadra y ahora bibliotecario Melchor Marín. Así que parecía inexcusable que el aldabonazo de salida de las presentaciones de la nueva novela, 'El castillo de Barbazul' (Tusquets), se realizara en ese enclave. El autor ha anunciado que la trilogía se convertirá en una serie televisiva.

La novela gravita en torno a uno de los grandes temores de cualquiera, la desaparición de una hija. En este caso, es Cosette, la hija adolescente de Melchor Marín, que, tras un encontronazo con el padre, decide pasar unas vacaciones en la isla, donde su rastro se pierde para desesperación del padre.

Desvelando al depredador

“La elección de Mallorca para mí -explica el autor en el Club Social de Pollensa- era bastante natural porque hay una tradición muy arraigada entre los adolescentes catalanes de pasar unos días en la isla una vez acabado el instituto”, explica el autor flanqueado por su editor, Juan Cerezo, y el pintor Biel March, quien ofició de cicerone en las tareas de documentación sobre el terreno y que se convirtió por amistad en el ‘productor ejecutivo’ de la novela. La participación de March, que aparece también como personaje benefactor en la novela, fue fundamental para acceder a uno de los aspectos más interesantes y ocultos: el de las grandes fortunas -fortunas escandalosas- que viven en la isla sin que apenas se perciba su existencia. En ese terreno se mueve un depredador con mucho dinero que organiza fiestas con adolescentes, y en el que parece casi inevitable reconocer al productor Harvey Weinstein.

“Dinero significa impunidad -explica el autor-, pero por fortuna cuanto mejor funciona la democracia menos impunidad hay. Y sí, claro que se puede decir que Cosette cae en las redes de un personaje muy parecido a Weinstein, pero no hace falta especificarlo porque, por desgracia, la violencia sexual, desgraciadamente no es una excepción sino la norma. No hace mucho la policía hizo público el dato de que en España hay un caso de violencia sexual y abusos cada hora”.

El escritor es muy consciente de haber dado un volantazo a su carrera con esta trilogía de trasfondo policial que se inició con un sorpresivo Premio Planeta, lo que en la mayoría de los casos supone la garantía de llegar a un público muy popular y, en la mayoría de los casos, la suspicacia de la crítica más purista. "Hay mucha gente que cree que la novela policial es un género menor, pero en literatura no existen los géneros mayores o menores y sí las formas, mayores o menos, de utilizar los géneros", afirma invocando nombres como Leonardo Sciascia o Georges Simenon. Y se lanza a una diatriba contra la vieja idea de que la buena literatura solo puede ser minoritaria. "’El Quijote’ fue un éxito fenomenal, porque a Don Quijote y a Sancho los conocían hasta los analfabetos. ‘Los miserables’, un libro fundamental para Melchor Marín, también fue absolutamente popular, y George Steiner solía decir que Lord Byron era tan famoso como Paul McCartney. No digo que la literatura popular tenga que ser la única posible, pero no hay que encerrarse en el búnker de la literatura solo para literatos", defiende. "A mí me gustan las novelas fáciles de leer y más complejas de entender". Y exige su derecho a ser como escritor lo que le dé la gana: "He querido ser un Pessoa interpretando a cincuenta y tantos heterónimos, descubrir todos los escritores que hay en mí. Así que corrí riesgos porque un escritor que no corre riesgos no es un escritor".

El reverso real de Melchor Marín

Cercas sabe que ha llegado la hora de cerrar su trilogía con Melchor Marín, aunque, coqueto, deja la puerta abierta a una cuarta entrega -de hecho el proyecto original era una tetralogía- ya que la sorpresa que coloca el broche final a la trilogía pone en bandeja un final abierto y con él una posible continuación. Pero mejor no hacer 'spoilers'. 

La gran pregunta que se plantean los lectores de Cercas es qué hará el escritor cuando deje atrás estos "tres libros distintos y una sola novela verdadera" de 'Terra Alta'. ¿Regresará a la senda de sus novelas sin ficción y recuperará la historia del verdadero Melchor Marín, el ‘mosso’ real que abatió a cuatro terroristas yihadistas en los atentados de Cambrils de 2017? De momento, dice, no le conoce, pero es una historia a la que ha dado, necesariamente, muchas vueltas y que quiere tratar de una forma delicada. "Yo no quise conocerlo en un principio, porque mi personaje nada tiene que ver con él, más allá del episodio de Cambrils, pero me consta, y así lo ha declarado él, que se identificado con aspectos de Melchor Marín, cosa a que a mí me sorprendió mucho. La historia de este hombre es brutal y hay mucho que decir sobre él, especialmente en el modo en que fue tratado por parte de la prensa, la sociedad y algunos políticos". Interesado por los aspectos heroicos y épicos de las historias -no en vano, buena parte de las novelas de Cercas pueden interpretarse en clave de wéstern- el autor ve ahí un perfecto filón literario. De momento, ni afirma ni desmiente nada, pero es muy probable que ese sea su próximo trabajo.