Cuarentena cultural

Las salas de conciertos suspenden su actividad por las nuevas restricciones

Razzmatazz, Apolo y Luz de Gas cancelan sus actuaciones por la inviabilidad de adaptar sus aforos al 70%, mientras el Festival Mil·lenni reprograma actuaciones y se mantiene en suspenso el espectáculo de Pablo López en el Palau Sant Jordi

Cola en el exterior de Razzmatazz para entrar a la sala y someterse a test de antígenos, a las 10.30 de la mañana

Cola en el exterior de Razzmatazz para entrar a la sala y someterse a test de antígenos, a las 10.30 de la mañana / FERRAN SENDRA

Jordi Bianciotto

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Las nuevas restricciones pandémicas, que entran en vigor este jueves a medianoche, se llevan por delante la programación de música en directo de las salas, al menos durante los próximos 15 días, por la supresión del ocio nocturno en su conjunto y la inviabilidad económica del plan B, que consiste en adaptar los aforos (aquellos que, por su licencia, puedan hacerlo) al formato de asientos con el 70% del aforo. Razzmatazz, Apolo y Luz de Gas han anunciado la suspensión de todas sus actividades. “Es una nueva estocada al sector y hace mucho daño. Hemos aguantado hasta aquí y estamos muy malheridos”, lamenta a este diario Martín Pérez, director de la promotora Concert Studio, que organiza el Festival Mil·lenni. 

Razzmatazz transmite en un comunicado su “rechazo ante estas medidas que vuelven a castigar a la cultura estigmatizando una vez más al sector, que ha demostrado que tiene un grado muy bajo de incidencia en la pandemia”, mientras que la ASACC, Associació de Sales de Concerts de Catalunya, confirma los cierres de los locales aun a la espera de la publicación del DOGC, que debe dar detalles sobre las restricciones. Una de las precisiones que están pendientes es si se establece un techo de aforo permitido para espacios como el Palau Sant Jordi, de lo cual depende la celebración del concierto de Pablo López el próximo martes. Un espectáculo con asientos en la pista cuyas entradas vendidas no alcanzan el 70%, por lo cual podría adaptarse al nuevo protocolo siempre y cuando no se determine un límite de aforo (por ejemplo, a 3.000 o 5.000 espectadores). 

Aplazamientos forzosos

La principal programación de los próximos días es la del Festival Mil·lenni, que ha respondido a las nuevas medidas con el aplazamiento forzoso de los conciertos de Rigoberta Bandini (Palau) y Los Enemigos (Apolo). Este último podría haberse adaptado al protocolo de asientos numerados, pero el cierre de la sala lo hace imposible. Los dos conciertos de Niña Pastori en el Palau, lunes y martes próximos, siguen adelante porque una parte del público del primero (con entradas agotadas) se desplazará al segundo, primando el orden en la venta de las localidades. El de Carlos Núñez, el jueves, se mantiene porque la venta anticipada no ha superado el 70% del aforo. Martín Pérez hace notar que la reducción de la capacidad en el Palau no comporta un esponjamiento de los asistentes, ya que las entradas que quedan por vender se sitúan en su mayoría en los extremos del patio de butacas y en las plantas superiores. El correctivo impuesto afecta, apunta el director del Festival Mil·lenni, “al ánimo general y a la esperanza”.

Para Luz de Gas, las restricciones suponen una amenaza para la doble fiesta de celebración que planea para el 11 de enero, con motivo del simultáneo 25º y 26º aniversario de la sala, que ofrece las actuaciones de The Blow Monkeys y The Christians. El responsable de la sala, Fede Sardà, cuenta con que ambos grupos “vendrán cuando sea posible”, si finalmente el doble concierto se trunca. Recuerda que el sector “ha cumplido impecablemente con todos los protocolos” y a anuncia que Luz de Gas “no tirará la toalla” pese a las adversidades. “Una sala con 26 años de historia y 12.500 conciertos no puede desaparecer”.