Ley audiovisual

Estupor en el audiovisual catalán: "Es una barbaridad que Netflix y HBO no deban cumplir el 6%"

El sector muestra su desagrado por que las grandes plataformas queden, finalmente, fuera de la obligación de ofrecer parte de su catálogo en las lenguas cooficiales en la nueva ley

Un usuario dirige su mando a distancia a una 'smart tv' con plataformas de 'streaming'

Un usuario dirige su mando a distancia a una 'smart tv' con plataformas de 'streaming' / El Periódico

Julián García
Quim Casas
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A pesar de los recelos propios de la falta de información sobre el texto final de la ley el sector audiovisual catalán había mostrado en los últimos días su confianza en que la cuota del 6% de producción en catalán, euskera o gallego para las grandes plataformas de ‘streaming’ podía ser algo bueno tanto para la industria como para la lengua. Sin embargo, la noticia de que finalmente las corporaciones internacionales (Netflix, HBO Max o Amazon Prime Video) no quedarán afectadas por esta cuota, y que solo lo harán las radicadas en España (Filmin o Movistar+), cayó como una bomba y provocó una reacción de desconcierto, estupor e indignación. “Es alucinante. Me parece una barbaridad. No querría precipitarme en mi juicio, pero creo que es un auténtico desastre”, declaró a este diario la directora Judith Colell, presidenta de la Acadèmia del Cinema Català. “Nos parece lamentable, porque están en juego muchos puestos de trabajo, familias y empresas”, añadió Jordi Oliva, presidente de PROA (Productors Audiovisuals Federats), echándose prácticamente las manos a la cabeza.

Jordi Oliva. "Nos parece lamentable, porque están en juego muchos puestos de trabajo, familias y empresas"

— Presidente de PROA

La cuota del 6% de producción en lenguas cooficiales para las plataformas de ‘streaming’ era uno de los puntos clave del pacto que había alcanzado ERC con el Ejecutivo español a cambio de su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para 2022. Tras la aprobación de la Ley General de Comunicación Audiovisual este martes en el Consejo de Ministros, previa remisión a las Cortes, el Gobierno aclaró, finalmente, que no se puede obligar a cuotas a multinacionales como Netflix, HBO o Amazon Prime Video, porque así lo impone la Comisión Europea. De este modo, solo tendrán obligación de crear obras en catalán, gallego o euskera los operadores nacionales, como Movistar+, Filmin, FlixOlé, MiTele o Atresplayer.

Desastre para la lengua

“Obligar solo a las plataformas de aquí a aplicar la cuota no sirve de demasiado, porque ya lo estaban haciendo. Las lenguas cooficiales ya estaban presentes en Filmin o en Movistar+. Lo que nos habían vendido, y eso era realmente lo bueno para la industria y para la lengua, es que se iba a obligar a las plataformas internacionales a cumplir esa cuota. Tanto la nueva producción de esas plataformas como el doblaje y el subtitulado al catalán eran algo realmente positivo, un aliciente”, se lamentó Colell, quien avisó de que la gran perjudicada de esta medida, más que la propia industria, será la lengua catalana: “Netflix seguirá trabajando con productoras catalanas, eso es evidente, pero lo que queda herido de muerte es la lengua: si se hace todo en castellano, como hasta ahora, será un desastre absoluto para la lengua”. Actualmente, el catalán tiene una presencia muy limitada, por no decir testimonial, en el vasto universo audiovisual, algo realmente alarmante si se tiene en cuenta que el uso social del idioma está sometido a un acelerado proceso de regresión.

Judith Colell: "Obligar solo a las plataformas de aquí a aplicar la cuota no sirve de demasiado, porque ya lo hacían"

— Presidenta de la Acadèmia del Cinema Català

Jordi Oliva, por su parte, se mostró receloso por esta carta oculta o letra menuda de la ley. “Es lamentable. Las informaciones son absolutamente contradictorias”, afirmó el presidente de PROA, cuya sensación es que “la clase política pasa olímpicamente de la situación del audiovisual catalán pese a que están en juego muchos puestos de trabajo". Para Oliva, la cuestión idiomática no debería ser la única que prevalezca, pues la prioridad de PROA, más que la cuota por doblaje o subtitulado al catalán, es "la parte referida a la producción". El organismo de los productores independientes catalanes sospecha que todo es "un toma y daca entre PSOE y ERC, algo que no nos gusta demasiado".

Este miércoles se celebró una reunión entre ERC y entidades pertenecientes al sector audiovisual catalán, como PROA, Productors Audiovisuals de Catalunya (PAC), Acadèmia del Cinema en Català o Cluster Audiovisual, entre otras, una cita que se había fijado un día antes de la comparecencia de Gabriel Rufián anunciando el pacto al que se había llegado con Gobierno español. La reunión fue meramente informativa y en ella ERC explicó al sector lo ya sabido: que las grandes plataformas no quedan incluidas en la cuota del 6% y que se iniciaban las negociaciones con el Ejecutivo con el propósito de revertir la situación.

Toño Folguera: "Está en riesgo la diversidad cultural del Estado español"

— Productor

Otros representantes del audiovisual catalán consultados por este diario, como los productores Tono Folguera y Lluís Miñarro, mostraron su discrepancia o sus dudas con el cariz de los acontecimientos. Folguera, presidente de la compañía Lastor Media, responsable de títulos como ‘Mediterráneo’, de Marcel Barrena, advirtió de que ue si la directiva europea impide que se aplique la legislación nacional a las plataformas internacionales, “puede que tampoco se produzcan películas y series en castellano”, aunque prefirió no dar una opinión concreta sobre el tema, ya que todo sigue siendo bastante confuso, pero se aventuró a decir que “está en riesgo la diversidad cultural del Estado español”.

Para Miñarro, fundador de la productora Eddie Saeta, es algo que se veía venir y también piensa que se pueden “cargar el castellano” en cuanto a las nuevas producciones, aunque es una lengua a la que “afectará menos”. La sensación que tienen ambos es que o bien un partido ha engañado al otro o que les interesa más bien poco lo que pueda pasar con la industria audiovisual catalana, vasca y gallega.

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