CRÍTICA DE LIBROS

Crítica de 'Cuentos de tatuajes': la profundidad de la piel

Un estupendo catálogo de extravagancias que utiliza la piel tintada no como objetivo sino como síntoma de situaciones extremas

Hombre tatuado

Hombre tatuado / RICARD CUGAT

Elena Hevia

Elena Hevia

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Los dibujos estampados en la piel a golpe de aguja han recorrido un largo camino desde que hasta casi finales del siglo XX se consideraban la marca inequívoca de la marginalidad social, un distintivo de rareza y de una posible peligrosidad cuando no de señalar un origen poco ‘civilizado’ y entiéndase eso a través de una mirada colonial y eurocéntrica. Hoy la práctica se ha democratizado tanto en hombres como en mujeres, despojándose así de una prototípica carga de virilidad rebelde propia de duros hombres de mar y delincuentes, hasta el punto de que en el 2011, como señala el escritor británico John Miller, autor de la antología ‘Cuentos de tatuajes. Una antología de la tinta, 1882 -1952’ la aparición en el 2011 de una Barbie tatuada –en edición de coleccionista para adultos- se convirtió en un verdadero refrendo de una tendencia cada vez más en auge.

Es en este contexto en el que Miller –que sabe de lo que habla porque ha convertido todo su cuerpo en un lienzo- selecciona estos 15 relatos en los que el tatuaje no es tanto el objetivo como el síntoma de algunas situaciones extremas. En la antología no podía faltar uno de los mejores cuentos sobre el tema: ‘El tatuador’ del japonés Junichiro Tanizaki, obra maestra absoluta y también una retorcida aproximación al tema, una historia siniestra de sadismo y sumisión que se sella gracias a un complejo tatuaje tal y como lo ha soñado el artista. Realizado en la espalda de una hermosa mujer como una variación de la erótica del dolor el resultado acaba empoderando a ésta, pero también convirtiéndola en despiadada destructora. Le acompañan ‘Piel’ de Roald Dahl, en la que un tipo hundido en la miseria descubre que el tatuaje que lleva en la espalda es obra de un actualmente cotizado artista –jugando así con la práctica japonesa de comercializar dibujos que han sido extraídos de los cadáveres- y el no exento de ironía 'Dos casos delicados' del hoy olvidado James Payn que acuñó aquello de que la posibilidad de que la tostada caiga por el lado de la mantequilla es directamente proporcional al precio de la alfombra. En fin, un estupendo catálogo de extravagancias. 

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