Premio literario

La menorquina Maite Salord gana el Premi Proa con una novela sobre la emigración y la memoria

La escritora y expolítica insular logra el galardón de novela en catalán con 'El país de l'altra riba', poblada de personajes desterrados y exiliados marcados por diversos conflictos del siglo XX, desde la Segunda Guerra Mundial a la de Argelia o la de Irak

maite salord

maite salord / EFE / ENRIC FONTCUBERTA

Anna Abella

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En el sudoeste de Menorca cayó accidentalmente en febrero de 1943 un avión de la Luftwaffe alemana, un Junker 88, que regresaba de bombardear la costa norte de África. Aún hoy sigue bajo el agua, aunque los pescadores lograron rescatar a sus cuatro tripulantes. Ese es el punto de partida de ‘El país de l’altra riba’, narración de identidad y memoria, poblada de personajes desterrados y exiliados, marcados por grandes conflictos del siglo XX: la Segunda Guerra Mundial, la guerra de independencia de Argelia y la guera de Irak. Con esta novela, la expolítica menorquina y escritora Maite Salord (Ciutadella, 1965) ha ganado este martes el tercer Premi Proa, dotado con 40.000 euros.

Salord, autora de obras como ‘I del somni, tot (1998) y la juvenil ‘Mar de boira’ (2004), fue finalista en 2006 del Premi Sant Jordi con ‘La mort de l’ànima’ reuniendo luego, en 2014, el testimonio de los vencidos de la Guerra Civil en las Islas Baleares en la novela ‘L’alè de les cendres’. Tras presidir entre 2015 y 2017 el Consell Insular por la formación Més per Menorca, donde ha sido consejera entre 2011 y 2021, abandonaba el pasado julio 16 años de dedicación a la política "para recuperar la escritura", ha afirmado, Salord, que empezó hace siete a trabajar en ‘El país de l’altra riba’, que llegará a las librerías el próximo 17 de noviembre. 

Rico colono francés en Argelia

Parte de la trama de este nuevo Premi Proa, señala la ganadora, transcurre en la ciudad de Argel, a la que llega "el judío Daniel Gold con su abuelo, huyendo de los nazis a través de Francia, para abrir una sastrería. Allí conocerá al colono francés Michel Bisset, dueño del restaurante más lujoso de la capital argelina, el Café de París, donde trabaja Omar, exsoldado de las tropas francesas". 

También trabaja allí, de camarera, Isabel, personaje por el cual el lector conoce la emigración de menorquines que, huyendo de la miseria y atraídos por las facilidades que daba Francia durante la colonización, llegaron a Argelia a mediados del siglo XIX. Esta joven vive en el pueblo de la bahía argelina Fort de l’Eau, la ‘pequeña Maó’, fundado en 1852 por gentes llegadas de la isla balear. "Es un tema que puede parecer superado pero que sigue muy vivo. En todas las familias de Menorca se recuerdan parientes que emigraron", constata Salord, que calcula que más de una cuarta parte de los habitantes de la isla, "mayoritariamente payeses", acabaron emigrando.

Camus y los que sufren la historia

No es baladí la cita que abre la novela: "El escritor no puede ponerse hoy al servicio de los que hacen la historia: está al servicio de los que la sufren". Es del Nobel Albert Camus, nacido en Argelia y criado por su abuela, emigrante menorquina. 

La historia, apunta su autora, también salta temporalmente hasta el año 2003, durante las manifestaciones contra la guerra de Irak, donde la nieta de Daniel Gold, Marta, estudiante en la Universitat de Barcelona, descubre la memoria familiar al tiempo que mantiene una relación sentimental con la alemana Hanna, que cursa Erasmus. 

El turismo de los 70

Salord, que ha sido consejera de Promoción turística en el Gobierno insular, también refleja en la novela una visión crítica de la llegada del turismo a Baleares y de sus excesos. "En los 70 hubo un movimiento social importante para la preservación del territorio que puso freno a las urbanizaciones y evitó que lo destrozaran más. Hoy Menorca es reserva de la biosfera y la sociedad mantiene su compromiso con su preservación", asegura. 

El Premi Proa ha llegado a la tercera edición tras ganar en los dos años anteriores Francesc Serés y Jordi Nopca.