Arte sonoro

Mixtur y LEM: un viaje por la Barcelona de las otras músicas

Las dos citas artísticas proponen sonidos experimentales y contemporáneos con la vocación de reivindicar y normalizar lo “distinto”

La percusionista catalana Núria Andorrà

La percusionista catalana Núria Andorrà / Elisenda Pons

Roger Roca

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Estos días coinciden en Barcelona dos festivales dedicados a esas otras músicas que no están en el centro: ni son masivas, ni son tendencia, pero están muy vivas. El Mixtur, que normalmente se celebraba en primavera, con base en la fábrica de creación Fabra i Coats centrado en la música contemporánea, pone en marcha este jueves su décima edición. Y el viernes arranca el LEM, que celebra el 25º aniversario como trinchera de lo experimental desde el barrio de Gràcia. Son dos propuestas con diferencias muy notables pero también algunas coincidencias. La más importante, su vocación de reivindicar y normalizar lo “distinto”, lo que está en los márgenes.

Los raros son los demás

“En el LEM hacemos música normal”, decía con toda la intención en rueda de prensa Maria Vadell, directora de Gràcia Territori Sonor, la asociación que organiza el festival y que en marzo del año pasado vivió una tremenda sacudida con la muerte de su fundador, el agitador cultural Víctor Nubla. Desde su nacimiento en 1996, el LEM -unas siglas que significan algo distinto cada vez que uno lo pregunta- ha defendido lo experimental como un terreno para cuestionar certezas, dar salida a nuevas formas artísticas y estrechar lazos con el territorio. No es un festival “de los que aparecen y desaparecen en un fin de semana”, dijo Vadell en clara referencia a los grandes eventos musicales de la ciudad.

 Como siempre, el LEM toca muchos palos: free jazz, música industrial, improvisación, poesía o proyecciones con música en directo: esta edición se cierra un concierto sobre 'La pasión de Juana de Arco' (1928) de Dreyer. En total son 14 propuestas repartidas en varios espacios, algunos en Gràcia y otros fuera del barrio, como la fabulosa capilla del Col·legi Major Universitari Ramon Llull. Allí arranca el viernes el LEM con una banda de la casa: el trío Black Flower, que propone música oscura y onírica. Por necesidad pero también por convicción, en esta edición hay muchos nombres de aquí. Y la mayoría son mujeres, como la percusionista Núria Andorrà, reciente Premi Alícia de la Acadèmia Catalana de la Música, que en Nu.A cambia sus instrumentos por objetos cotidianos, o la artista residente de esta edición, Laura Llanelli.

Ampliar horizontes

A diferencia del LEM, el Mixtur no surgió del 'underground' sinó de la academia. Organizado por dos antiguos alumnos del ESMUC, llega a su décima edición consolidado como cita de referencia para las músicas contemporáneas y el arte sonoro. En diez días de actividad frenética, el Mixtur propone una docena de conciertos de ensambles locales e internacionales -destacan los alemanes Ensemble Garage-, otras tantas conferencias, además de talleres a cargo de figuras como la contrabajista francesa Joëlle Léandre, y una serie de instalaciones sonoras. El festival pone el foco en la divulgación y en la renovación del repertorio de contemporánea, con encargos de obras nuevas a compositores invitados y piezas que nacen en los talleres. Y en esta edición rinde homenaje al compositor Josep Maria Mestres Quadreny, gigante catalán de la música contemporánea, fallecido en enero. 

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