Escena legendaria

La poderosa cultura de club de Berlín lucha por reavivar las pistas de baile

Un proyecto piloto en seis discotecas de la capital alemana da esperanzas a la escena de música electrónica

Sesión de música a cargo de un DJ en el Arena Treptow de Berlín

Sesión de música a cargo de un DJ en el Arena Treptow de Berlín / John MacDougall

Andreu Jerez

Andreu Jerez

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Cuando comenzaron las restricciones de la vida pública y económica de Alemania en marzo de 2020, los promotores y trabajadores de los muchos clubes de música electrónica de Berlín entendieron pronto que serían los últimos en reabrir. Año y medio después del inicio oficial de la pandemia, la cultura de club berlinesa sigue renqueante y funcionando a medio gas.

La música vuelve a sonar en algunos de los clubes más emblemáticos de la capital alemana como el Golden Gate, el Berghain o el Club der Visionäre. La reactivación solo tiene lugar con medidas de higiene, como la celebración de la fiesta en espacios al aire libre, la restricción de aforo, la presentación de test negativos de coronavirus o de certificados de vacunación, el uso - no siempre estricto– de mascarilla y la limitación horaria. La vieja normalidad de la legendaria vida de club berlinesa, que arrancaba los jueves y continuaba hasta los lunes por la mañana, sigue siendo historia.

La llegada del verano y el avance de la vacunación han traído renovadas esperanzas para la escena. "Desde mediados del pasado junio se volvieron a permitir las fiestas openair. Lo que han hecho los promotores de festivales y clubs que tiene capacidades es intentar organizar este verano todo lo que puedan. Yo, por ejemplo, que tenía todo cancelado hasta principios de junio, recibí seis peticiones de actuación a lo largo de ese mismo mes", explica a EL PERIÓDICO Bonfante, una compositora, dj y productora española afincada desde hace años en la capital alemana. "Pero nadie sabe qué va a pasar cuando llegue el mal tiempo y haya que trasladarse a los espacios interiores", añade.

La dj Bonfante.

La dj Bonfante. / Anna Marth

Larga noche de la vacunación

La semana pasada, el enorme club Arena, hoy reconvertido en centro de vacunación, dejó otra imagen para la esperanza: cientos de jóvenes hicieron cola frente a la entrada para disfrutar de una sesión de cuatro horas de música electrónica gratuita. A cambio, recibieron una vacuna de Pfizer-Biontech. Esta iniciativa, bautizada como 'larga noche de la vacunación' y organizada por el gobierno de Berlín en colaboración con la Cruz Roja y la Clubcommission -colectivo que representa a buena parte de los clubs de Berlín- intenta promover la inmunización contra el coronavirus entre la gente más joven y asidua de la fiesta.

Las autoridades berlinesas confirman a este diario que en los tres días que tuvo lugar la iniciativa -de ocho de la tarde a medianoche-, se vacunaron alrededor de 1.700 personas. De momento no hay previstas más fechas. Con su participación activa en la 'larga noche de la vacunación', el colectivo de la música electrónica berlinés lanza un mensaje de compromiso y responsabilidad hacia el poder político, de cuyas decisiones depende por completo para seguir funcionando cuando pase el verano.

Experimento para la esperanza

El primer fin de semana de agosto tuvo lugar el proyecto piloto 'Reboot Club culture' ('Reinicia la cultura de club'), impulsado por la Clubcommission y monitoreado por el hospital de la Charité. El experimento supone un rayo de esperanza: más de 2.000 personas bailaron durante tres noches en seis clubes de Berlín como si no hubiera pandemia. Todas -también las vacunadas- tuvieron que presentar un test PCR negativo para poder participar en el experimento. Siete participantes que dieron positivo fueron apartados y enviados a la cuarentena.

Los seis clubs funcionaron como lo hacían antes de la crisis sanitaria: nadie tuvo que llevar mascarilla, se bailó en los espacios interiores y no hubo que guardar distancia de seguridad. Una semana después de ese breve retorno a la vieja normalidad festiva, los participantes volvieron a someterse a un test PCR. Los análisis no dejaron ningún nuevo positivo.

"Todas las medidas de seguridad han funcionado", dijo eufórico Lutz Leichsenring, portavoz de la Clubcommission, que ve en el uso sistemático de las PCR una posible solución para que los clubs berlineses puedan seguir funcionando a partir del próximo otoño. A pesar de que la incidencia acumulada sigue creciendo en Berlín, los clubs esperan ahora que la política local mueva ficha.

"Hemos echado mucho de menos durante este último año y medio esa sensación de cercanía corporal, el bajo vibrante y la despreocupación", dice Lutz Leichsenring. "El parón ha sido tan largo que nos damos cuenta de que la gente tiene unas ganas enormes de bailar", cuenta Bonfante tras haber actuado ante público varias veces durante las últimas semanas. Ella lo explica con una metáfora: "La gente reacciona ahora a la música como unas plantas que no has regado durante mucho tiempo y reviven cuando les echas agua".

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