Estreno de cine

Crítica de 'Beckett': una carrera sin rumbo

Una película con tal cantidad de huidas, disparos, apuñalamientos, atropellos, picaduras de abeja y caídas desde las alturas no tiene derecho a resultar tan tediosa

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Beckett'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Beckett' /

Nando Salvà

Nando Salvà

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El protagonista de ‘Beckett’ es un arquetipo de manual: un extranjero en tierra extraña que se ve envuelto en una conspiración internacional que lo empuja a perseguir y ser perseguido por sucesivas localizaciones exóticas. En efecto, Beckett (John David Washington) pasa buena parte de la película intentando sobrevivir entre los paisajes rurales griegos y las calles de Atenas, a punto de estallar a causa de una versión ficcionada de la crisis de 2009. En su camino se interponen barreras idiomáticas, coches y trenes abocados al siniestro, policías corruptos, organizaciones fascistas, diplomáticos amenazadores y sus propios sentimientos de culpa y aislamiento. Y, mientras lo contempla, el italiano Ferdinando Cito Filomarino lleva a cabo una aproximación distinta al thriller, en tanto que la película incluso puede entenderse como un retrato del paisaje heleno -paisaje natural pero también urbano y sociopolítico- al que se han incorporado elementos de intriga.

Al mismo tiempo, es cierto, ‘Beckett’ evidencia conexiones tanto con el cine conspiranoico de los 70 como con varias películas de Alfred Hitchcock sobre falsos culpables, aunque a diferencia de esos modelos se muestra incapaz de transmitir dosis reseñables de tensión y peligro. Su protagonista no convence ni cuando es presa del dolor y el pánico ni cuando asume el rol de héroe reticente, y ninguno de sus personajes secundarios logra despertar el más mínimo interés. Y, en última instancia, ninguna película que incluye en su trama tal cantidad de huidas, disparos, apuñalamientos, atropellos, picaduras de abeja y caídas desde las alturas tiene derecho a resultar tan tediosa.