Estrenos de cine

La desfasada, iconoclasta y subversiva reinvención de 'Escuadrón Suicida'

La nueva versión de este cómic de DC está llena de energía, imaginación y poder subversivo gracias al talento de James Gunn, que ha tenido libertad total para hacer la película.

Una imagen promocional de 'El Escuadrón Suicida'

Una imagen promocional de 'El Escuadrón Suicida' / DC

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

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Olvidemos que existe una película sobre 'Escuadrón Suicida'. La hizo David Ayer en 2016 y fue un despropósito. Había pocos elementos rescatables, pero uno de ellos se hizo con el control absoluto de todo gracias a su fuerza y carisma. Por supuesto, hablamos de la Harley Quinn que compuso Margot Robbie con las dosis justas de insania y desparpajo, precisamente en un momento en el que se necesitaba desesperadamente ampliar la nómina de heroínas femeninas en un panorama demasiado testosterónico para las necesidades de la era del #MeToo. 

La decisión fue comenzar desde cero. Los productores Peter Safran (colaborador también de James Wan) y Charles Roven (metido de lleno en el universo DC) comenzaron a darle vueltas a una nueva película que pusiera el marcador en la casilla de inicio y, de paso, a través de ella, enmendar los errores de la anterior y fallida propuesta: demasiado prefabricada, confusa y anodina. 

Harley Quinn protagonizó su propia película, 'Aves de presa (y la fabulosa emancipación de Harley Quinn', dirigida por Cathy Yan en la que Robbie tuvo un mayor poder de decisión sobre el personaje ya que ejerció como productora. ¿Pero qué podía hacerse con 'Escuadrón Suicida'? ¿Se iba a dejar morir sin más y abandonar todo el potencial que tenía? 

Estrenos de la semana. Tráiler de 'El escuadrón suicida'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'El escuadrón suicida'. /

Estaban buscando a la persona adecuada para dirigirla cuando Marvel despidió a James Gunn de la franquicia ‘Guardianes de la galaxia’ (estaba preparando la tercera parte) por una serie de tuits pretéritos que la factoría consideró ofensivos e indefendibles. A DC no pareció importarle la provocación del director, sobre todo porque encajaba a la perfección con lo que buscaban, una persona capaz de darle la vuelta al cine de superhéroes desde una visión y un imaginario único y un punto de vista irreverente. En una decisión nada común en los despachos de Hollywood, decidieron darle a James Gunn carta blanca para hacer lo que quisiera. ¿El resultado? “Una locura”, dicen los responsables en una rueda de prensa virtual. 

Libertad absoluta

“Nunca he tenido tanta libertad para hacer una película de gran presupuesto”, cuenta James Gunn. “Pero esa enorme libertad también suponía una gran responsabilidad, porque yo lo que quería era tomar riesgos de verdad, llevar el cine de superhéroes a otro nivel que nunca se hubiera explorado. Y probar nuevas cosas. Creo que el público está cansado de que le den lo de siempre, de la estructura en tres actos, de cómo se presentan los personajes. Yo quería volar todo eso por los aires”. 

Y así ha sido, la reinterpretación de James Gunn de 'El Escuadrón Suicida' no apela a ninguna de las leyes convencionales del 'blockbuster'. Comienza con unos personajes para, después de un prólogo, centrarse en los protagonistas, cada set-pièce de acción es un auténtico monumento a la imaginación visual, hay sexo, hay gore, hay violencia, hay incorrección, diálogos corrosivos, acción demente. 

El director quería hacer su pequeño homenaje a películas bélicas como 'Doce en el patíbulo' o 'Los violentos de Kelly', pero los géneros se mezclan de forma desquiciada en su propuesta. Es una película de guerra, pero también hay mucho humor, elementos lisérgicos y apuntes bizarros. Gunn comenzó su carrera trabajando para la factoría Troma, y esa herencia de alguna manera marca este espectáculo subversivo que es 'El escuadrón suicida' en el que incluso encontramos un discurso antiimperialista a la hora de hablar del poder manipulador de los Estados Unidos. 

Supervillanos todos

Para ello, Gunn le aporta un toque más siniestro a la organización que lidera Amanda Waller (Viola Davis), encargaba de reclutar al comando Task Force X, que tendrá que enfrentarse a unos militares (entre los que se encuentra Juan Diego Botto en la piel de un villano sexy) que han tomado el poder en la isla de Corto Maltés y que guardan en secreto un arma de destrucción masiva: un alienígena en forma de estrella de mar gigante.  

“En realidad, cada personaje es un supervillano por derecho propio. Por eso, me pareció interesante mezclar algunos más conocidos por el público, con otros más residuales, incluso inventar alguno nuevo que encajara con el resto”, apunta Gunn. 

Finalmente, su 'troupe' principal está formada por la impredecible Harley Quinn (Margot Robbie); el aguerrido y gruñón Bloodsport (Idris Elba); el otro macho alfa de la función, El Pacificador (John Cena); El hombre moteado (David Dastmalchian), capaz de convertir en arma letal los lunares que genera su cuerpo; el Rey Tiburón (con la voz de Sylvester Stallone), siempre con ganas de hincar el diente y Ratonera 2 (Daniela Melchor), capaz de comunicarse con los roedores. Además, Joel Kinnaman repite en su papel de coronel Rick Flag. 

“Creo que más que villanos o antihéroes son superviviente”, dice Margot Robbie. “Y James Gunn ha sabido darles alma. Todos tienen algo especial que los diferencia. Además de diversión canalla, de secuencias espectaculares, terminas queriendo a esta pandilla de inadaptados que también tienen su corazoncito”. 

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