'After yang', la ciencia ficción poética de Kogonada

La relación entre el hombre y las máquinas está presente en el imaginario colectivo cinéfilo desde 'Metrópolis' de Fritz Lang pasando por 'Blade runner', 'Ghost in the shell', hasta llegar a variaciones más contemporáneas como 'Ex machina' de Alex Garland. 

Ahora, el director y artista visual de ascendencia surcoreana Kogonada se adentra en este apasionante universo en su última película 'After yang', una reflexión poética y existencial sobre el significado de la naturaleza humana que ha participado en la sección 'Una cierta mirada' en el Festival de Cannes, convirtiéndose de forma inmediata en una de las grandes joyas de este certamen. 

La película está basada en un relato corto de Alexander Weinstein 'Saying goodbye to yang', incluida en su colección 'Children of the new world', pero perfectamente podría remitir al universo que Kazuo Ishiguro desplegó en 'Nunca me abandones' y su última novela, 'Klara y el Sol'. 

Jake (Colin Farrell) y Kyra (Jodie Turner-Smith) son un matrimonio que ha adoptado a una niña china, Mika. Para que siga vinculada a sus raíces asiáticos adquirirán un technosapiens, una inteligencia artificial orgánica, que se convertirá en su hermano, Yang (Justin H. Min), integrándose en la estructura familiar de una manera natural. Pero Yang sufrirá un colapso y el vacío que dejará en su hija obligará a Jake a indagar sobre su pasado a través en sus recuerdos almacenados. Entre ellos hay una presencia recurrente, la de Ada (Haley Lu Richardson). ¿Era Yang capaz de amar? 

Kogonada compone una delicada y minimalista pieza de ciencia ficción en torno a la identidad. Como ocurría en su ópera prima, 'Columbus', la composición arquitectónica de cada plano resulta fundamental, pero en esta ocasión, el género fantástico le ofrece la posibilidad de jugar con el lenguaje cinematográfico y en ese sentido, 'After yang' está repleta de ideas y de hallazgos que tienen que ver con el sentido líquido de las imágenes. Para reforzar este sentimiento de fluidez virtual, el director introduce un guiño a la película de culto 'Todo sobre Lily', utilizando una de sus canciones, un envoltorio sonoro que se complementa con el tema compuesto por Ryūichi Sakamoto, un experto en plasmar en sus melodía la alienación a través de sensaciones etéreas.