Estreno en BCN

Pepe Viyuela y Alberto Jiménez protagonizan 'Esperando a Godot'

El clásico del teatro del absurdo llega al Goya con una puesta en escena fiel al original al texto de Beckett y un sólido reparto

esperando a godot

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Marta Cervera

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Samuel Beckett (1906-1989) escribió 'Esperando a Godot', un clásico del teatro del absurdo, tras estallar la segunda guerra mundial. Entonces, como ahora con la pandemia, la sociedad se había percatado de la fragilidad de la vida por eso la obra cobra un nuevo significado. Así lo explican los protagonistas del aclamado montaje dirigido por Antonio Simón estrenado en Madrid que a partir de este miércoles y durante tres semanas recala el Teatro Goya. Se trata de una propuesta orgánica y clásica, fiel al original, con escenografía de Paco Azorín. "Mira si es clásica que hasta llevamos bombín", señala Pepe Viyuela, que interpreta a Estragón haciendo pareja con Alberto Jiménez como Vladimir, esos icónicos vagabundos que pasan el tiempo haciéndose las mismas preguntas, esperando algo que les salve que nunca llega, reflejo de la propia existencia humana. Completan el sólido reparto otra extraña pareja, formada por el cruel Pozzo, Fernando Albizu, y su criado Lucky, Juan Díaz. Un reparto sin duda mucho más veterano del que ofreció la obra en la Beckett hace solo dos temporadas, protagonizada por Pol López y Nao Albet, dirigida por Ferran Utzet. "En el nuestro se entenderán mejor todos los problemas con la próstata", bromeó Simón.

"La obra refleja una sensación de incertidumbre, miedo e inseguridad. Muestra a gente que ha perdido el tren, a otros que se han bajado de él y unos que quieren subirse pero ¿volverá a pasar?", se pregunta el director catalán feliz de refrescar a casa.

Su propuesta tiene resonancias del cine mudo, del clown y de los cómicos de la lengua cervantina. "Huye de lecturas metafísicas, pero es profunda y muy fiel a Beckett", explica. El autor irlandés siempre consideró su obra "terriblemente cómica", recuerda el director que espera que el público ría con ella. "Parece que disfrutar con una obra de Beckett sea anatema pero esta obra tiene muchas capas, está entre lo trágico y lo cómico".

Aprendizaje constante

Para Viyuela, versátil clown, ha sido fascinante penetrar en un texto tan ambiguo como inabarcable. "El tema del fracaso es muy beckettiano y muy humano", admite. "Antes de la pandemia la obra se veía de una manera, ahora esa necesidad del otro que aparece en la obra nos toca más, todos sabemos que estamos en la misma situación terrorífica y que no vamos a salir solos de esta", dice el actor. "Y ahora que atravieso una situación familiar dura porque mi madre está mal y tiene delirios, veo su situación similar a la de de Estragón". Con Beckett aprenden algo nuevo cada día, reconoce su compañero Alberto Jiménez. "Y tras la pandemia el público la recibe distinto". Ellos también lo viven de otra manera. "Es algo muy emotivo. En cada función tienes la sensación de vivir un momento único", dijo emocionado por estar de nuevo en Barcelona, donde no trabajaba desde hace 10 años.

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