Entrevista

Marisa Yudes: "Para bailar has de disfrutar"

La presidenta de la Associació d'Escoles de Dansa Autoritzades, maestra y madre de dos bailarines -uno de ellos es el solista más joven del Royal Ballet-, vindica una enseñanza empática de la disciplina

Lamenta las vejaciones en el Conservatori Professional de Dansa pero recuerda que entre los docentes del centro también hay "magníficos profesionales"

Barcelona 16 04 2021 Icult Marias Yudes  exbailarina  maestra y madre de bailarines  AUTOR  JORDI OTIX

Barcelona 16 04 2021 Icult Marias Yudes exbailarina maestra y madre de bailarines AUTOR JORDI OTIX / JORDI OTIX

Marta Cervera

Marta Cervera

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¿Cómo hay que tratar a jóvenes que sueñan con bailar, de entre 12 y 18 años?

No voy a juzgar a nadie: hablo desde mi experiencia de 41 años con mi escuela. Has de tratarlos como seres humanos. Tienen cuerpo y mente, no son un producto. Están haciendo un sobreesfuerzo porque la mayoría desde pequeños tienen claro que se dedicarán a bailar. Has de ser muy empática y receptiva. La docencia no es solo enseñar. Es escuchar y aconsejar.

¿Quiénes fueron sus maestros?

Yo empecé a bailar ballet en el colegio. Tuve una maestra a la que adoraba hasta el día en que yo y mi madre fuimos a explicarle que quería ser bailarina profesional. 'Lo siento pero yo no preparo bailarinas', contestó. ¡Qué rechazo tan grande sentí! Me sentí perdida. No podía entender que ella, que me enseñó a amar la danza, que me había hecho tan feliz, me dijera algo así. Aquello provocó mi primera crisis. Esa noche dormí abrazada a mi madre. No había internet así que mi madre fue a preguntar al señor Casimiro dónde compraba las zapatillas de ballet y le recomendó acudir al Liceu. Acabé estudiando con Teresa Farràs, con 'madame' Elsa Van Allen y con Josep Maria Escudero, maestro del Institut del Teatre. Después estudié los dos últimos años de carrera con Rosella Hightower en Cannes.

¿Tanto le afectó lo de su primera profesora?

Ese rechazo me ayudó a saber lo que nunca haría con mis alumnos y alumnas. Siempre los he mirado como si fueran hijos o hijas y me he llevado sus problemas a casa. Más allá de técnica y de la profesionalidad, he sabido escucharlos y aconsejarlos. Si algún bailarín llora o le veo mal vamos al despacho inmediatamente a hablar. Su problema es lo más importante: hay que escuchar para solventar.

¿Cómo motiva? ¿Ayudan la referencias negativas al cuerpo?

He leído unas auténticas atrocidades en el artículo de EL PERIÓDICO que me hacen pensar en la antigua URSS. O en el Institut en los años 70 y 80, cuando había una directora polaca que utilizaba este tipo de trato. Quizá alguien todavía lo lleva registrado en el disco duro. Mis dos hijos han estudiado conmigo. La chica, hasta los 17 años. Después fue un año a Rusia y comprobó ese trato vejatorio aplicado a otros. En los Países del Este la mayoría de conservatorios son estatales, los maestros son funcionarios de la danza. Ellos dicen, 'tú vales, tú no' o 'tú estás gorda'. La gente va entrando y saliendo del conservatorio pero ellos son inamovibles. Esto aquí es intolerable, en danza y cualquier otra disciplina.

Pues en el CPD...

Si hay maestros en conservatorios con estos tics, los alumnos deben denunciarlo. Pero, ojo, un maestro debe tener siempre la presunción de inocencia. Las cosas hay que demostrarlas. Es muy valiente hablar pero hay que decir quién, dar nombres y apellidos. De lo contrario se engloba a quienes sí se están preocupando de sus alumnos y hacen una labor pedagógica magnífica.

¿Le ha dicho alguna vez a un alumno: 'Tú no vales'?

Nunca en la vida porque no puedes vaticinar un futuro. Con experiencia llegas a imaginar la progresión de un bailarín por su condición física y por su espíritu de trabajo. Pero el cuerpo cambia y la mentalidad, también. ¿Qué contesto cuando alguien me pide llegar a profesional? Pues has de seguir trabajando como hasta ahora, incrementar las horas poco a poco y como más a gusto te sientas, más tiempo dedicaremos. Querer entrar en un conservatorio de cero, sin haber bailado antes, es imposible, hay que prepararse antes en escuelas autorizadas que también ofrecen formación profesional.

¿Repetir cuándo es necesario?

Siempre que no se hayan alcanzado los conceptos técnicos. Estoy en contra de hacerlo por problemas físicos o cualquier cosa que el profesor crea que le impide avanzar al alumno porque eso hará que entre en un bucle de autoestima negativa. El cuerpo adolescente no está acabado de formar cuando tienes 15 y 16 años, tampoco la mente. Puedes hacer un daño irreparable.

¿Cuál es el secreto para enseñar danza?

Lo más importante es pasarlo bien en clase porque si les gusta, la técnica ya la aprenderán. Deben tener ganas de venir a ballet. Han de ser felices bailando. Por eso me duele que alguien piense que la danza es lo que muestra su artículo sobre IT. La danza es lo mejor de la vida. Te devuelve todo lo que le das. Un estudio es un espacio sagrado, un lugar donde ser feliz.

¿Chafar la ilusión de bailar y machacar a los alumnos les ayuda a enfrentarse al mundo profesional?

No estoy de acuerdo. Mucha gente está haciendo su carrera y no ha pasado por el Institut del Teatre. En estos momentos tengo tres alumnos que lo han dejado en el IT. Y también a otra que se ha matriculado para preparar su entrada a 6º y acabar allí sus estudios. En mi escuela no quiero a nadie que haga sentir mal a mis alumnos y les merme la autoestima. Pero si diriges un sitio donde pasan estas cosas, miras hacia otro lado y todo el mundo cobra igual... A mí, si una maestra no me aguanta un grupo de 12 o 15 personas, me preocupo.

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