Crítica de cine

‘Voces rotas’: memoria del cine francés

Héctor Faver vuelve al territorio de la ficción con la historia de una crisis de pareja y una relación tempestuosa

voces rotas

Quim Casas

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Sin dar un vuelco absoluto a su trayectoria, el director Héctor Faver si que orienta sus intereses en otra dirección después realizar, entre 1992 y 2017, tres películas (documentales o metafóricas) sobre el Holocausto ('La memoria del agua'), los desaparecidos en Argentina durante la dictadura militar ('Invocación') y la manifiesta impunidad actual ante los crímenes del franquismo ('Lesa humanitat').

Ahora vuelve al territorio de la ficción con la historia de una crisis de pareja y una relación tempestuosa. Pero lo plantea de manera peculiar. Como hizo John Cassavetes en 'Shadows', película surgida de un taller de improvisación teatral dirigido por el cineasta en Nueva York, 'Voces rotas' nace de otro taller de actores impartido por Faver en Barcelona.

El resultado es una película que juega abiertamente a la distancia emocional a través de una puesta en escena, un estilo de actuación y una textura fotográfica que entroncan con un determinado cine francés de los años 60 y con su equivalencia literaria en el 'nouveau roman'. Faver recrea aquel espíritu rompedor homenajeándolo e interrogándose sobre la pervivencia y la validez de determinadas maneras de narrar en cine y en literatura.