Daniel Calparsoro: “El éxito es de unos pocos, los demás se deben conformar con mirar”

Daniel Calparsoro acaba de estrenar ‘Hasta el cielo’, una película en la que recupera a los personajes marginales de sus inicios situándolos en el panorama actual a través de un 'thriller' trepidante protagonizado por Miguel Herrán, Carolina Yuste, Luis Tosar y Patricia Vico.

Parece que con esta película haya querido regresar a sus orígenes.

Es un universo al que siempre me gusta volver porque me siento muy cómodo. Tanto ‘Salto al vacío’ (1995) como ‘Hasta el cielo’ han querido reflejar su momento. La primera era más cruda, se había acabado la gran celebración de la democracia y se vivía un momento de desencanto. Ahora tenemos otra visión de las cosas y por eso la ambición se convierte en el elemento fundamental. Eso de llegar a lo más alto en el mínimo tiempo posible y saltándose todas las reglas.

Es una película muy conectada a la juventud y a la cultura urbana.

Tiene ese espíritu arrebatado, de vivirlo todo al límite y a tope. Queríamos, en ese sentido, darle un aire muy fresco, por eso, además de contar con actores con experiencia profesional, hicimos un cásting por los barrios de Madrid y curiosamente los intérpretes que más nos interesaron formaban parte de la escena trap o rap, como Ayax, Dollar Selmouni, Jarfaiter, Ramseys, Carlytos Vela y Rukeli. La banda sonora es de Carlos Jean e incluye canciones de C. Tangana y DJ Nano.

¿Podríamos considerarla una película sobre quinquis contemporáneos?

Podríamos decirlo así, aunque el cine quinqui no ha sido una referencia directa a la hora de hacerla. Pero, por supuesto, siempre ha estado ahí, en mi cabeza, porque me interesa mucho y aquí encontramos espacios (el descampado) o rasgos definitorios por los que se puede establecer un paralelismo. Sin embargo, yo observo una enorme diferencia: los personajes del cine quinqui actuaban desde la desesperación, lo que hacían correspondía más a un grito desgarrador, eran autodestructivos e impulsivos. Y por supuesto había drogas duras. En cambio, en ‘Hasta el cielo’, los chavales forman parte de grupos organizados, tienen abogados que les dicen lo que tienen que hacer y lo que no pueden hacer para no ir a la cárcel, y tienen un objetivo, enriquecerse e integrarse en la sociedad. Y los quinquis lo que querían era desintegrarla. En esta película, además no aparece el consumo de drogas, solo forman parte de la narración como una forma para ganar dinero.

En ‘Hasta el cielo’ también encontramos al Calparsoro de las escenas de acción perfectamente ejecutadas, como ocurría en ‘Combustión’ o ‘Cien años de perdón’.

Quería que fuera una película entretenida, muy visual, con escenas espectaculares. Están los atracos, las persecuciones de coches e incluso un robo en un ferry en alta mar. Fundamentalmente es un thriller, una película de género negro con un trasfondo y un mensaje social. Hemos intentado enraizar el relato en la realidad inspirándonos en atracos que han sucedido de verdad.

La cultura del éxito, el materialismo, hacerse el guay en Instagram también está presente.

Todo eso estuvo en el origen del proyecto, que he escrito junto con Jorge Guerricaechevarría. Si te fijas, la cultura del éxito ha sido muy invasiva, pero ese éxito es solo de unos pocos, mientras que los demás se tienen que conformar con mirar. Y claro, se va generando un resentimiento, rabia social. Hay jóvenes que también quieren tener el coche de Cristiano Ronaldo. El mundo de los futbolistas, por ejemplo, con todos esos millones que gastan choca con el de los chavales que no tienen nada y eso genera un desequilibrio, un sueño perverso.

Algo que supongo que con la pandemia y la crisis económica va a aumentar.

Con la pandemia ni te cuento. Cuando salgamos de esta, que será más pronto de lo que creemos, la gente va a estar muy perjudicada a nivel laboral. Y habrá generaciones enteras que lo van a tener muy complicado. Se va a socializar la pobreza. Y eso es terrorífico.

Estrenar en estos momentos también es complicado.

Yo estoy muy contento de poder estrenar al fin en salas. Se ha retrasado en varias ocasiones y tenía miedo de que al final tuviera que ir a plataformas.

¿Es usted anti-plataformas?

No, yo creo que las plataformas nos están dando mucho juego y mucho trabajo. Y espero que ambas cosas sean complementarias. No creo que haya que elegir entre una cosa y otra, porque las dos están muy bien. Pero esta peli está pensada para la pantalla grande, la hice así pensando en la imagen, el sonido, la fuerza, el vértigo. Es muy disfrutona.

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