CÓMIC EN DÍAS DE PANDEMIA

Todos somos Homer Simpson: el confinamiento según Víctor Coyote

El músico e historietista publica 'Días de alarma', magnífico diario de la época más extraña de nuestras vidas en formato de tiras

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Ramón Vendrell

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Víctor Coyote tiene una puntería que ni el superarquero Ojo de Halcón, si bien digna de mejor causa. A finales del pasado febrero publicó el magnífico disco ‘Las comarcales’. Tuvo tiempo de presentarlo en la sala Funhouse de Madrid el viernes 6 de marzo. El viernes siguiente, 13 de marzo, el Gobierno anunció el estado de alarma, el confinamiento domiciliario y la suspensión de toda la actividad no esencial. Vaya, ese día tenía actuación Víctor Coyote en Zaragoza. Y el anterior, en Barcelona. Ambos conciertos fueron cancelados. Se esfumó de golpe toda posibilidad de promoción y ‘Las comarcales’ pasó a ser nada más haber salido una especie de álbum fantasma.

Pero Coyote (Aparicio Abundancia por sus apellidos administrativos) está bregado en la adversidad y tiene la suerte de ser historietista, ilustrador y diseñador gráfico además de músico. De modo que desde el primer día oficial del estado de alarma, domingo 15 de marzo, empezó a publicar en Instagram un diario de la época más extraña de nuestras vidas en formato de tiras. Todas ellas, hasta la correspondiente al lunes 24 de mayo, 72 días, más una coda titulada ‘Tiempo de postalarma’, están recogidas en ‘Días de alarma’ (Salamandra Graphic).

Coyote demuestra aquí que también tiene una puntería extraordinaria para lo bueno. Primera tira de alarma: cola en una panadería de su barrio madrileño. "Distancia entre clientes: más o menos como en un duelo de pistoleros del Oeste", consigna Coyote. "Abro por las personas mayores, mis clientas. Para no dejarlas colgadas", dice la panadera. "Gracias, Yoli", responde nuestro hombre.

Última tira de alarma, una favorita, recuerden con qué fervor celebramos la reapertura de las terrazas de bares, las 'terracitas', lo nunca visto desde la victoria de la selección española en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, por fin salía el sol: "'Terracitas' es patético. El diminutivo, salvo raras excepciones, cursiliza", informa, aguafiestas, Coyote. Y apuntilla: "El meollo, la parroquia, los cuñados, las peleas, el humor memo y la gramática parda siempre están en la barra, no en 'terracitas'".

Entre ambas tiras despliega Coyote un festival de humanidad, humor y mala leche, siempre con un pie en lo personal y el otro en lo colectivo. Lo mismo caben homenajes a Little Richard (fallecido el 9 de mayo), la solidaridad familiar y la sanidad pública que coces al Rey, la comida a domicilio y el teletrabajo, otra tira favorita. Teletrabajo 1964: un chispas repara un televisor. Teletrabajo 1977: "Victoria Abril, que entras en dos minutos", dice el regidor de 'Un, dos, tres'. "Me acabo el pitillo y voy", responde la azafata. Teletrabajo 2020: "En esta crisis se ha demostrado que lo moderno es el teletrabajo", afirma un tertuliano, esa casta y plaga quizá más nociva que el coronavirus.

Y por si no habían caído: con la mascarilla KN95 o FFP2 todos nos parecemos a Homer Simpson. Que le dice a Coyote en una cola: "¡Eh, idiota! ¿Sabe que le puede caer un buen paquete por apropiación cultural?".