Crítica de 'La vida por delante': los dos Loren

Hacía 10 años que Sophia Loren no protagonizaba un largometraje. Pero entre medio hizo el papel principal de ‘Voce umana’ (2014), un cortometraje inspirado en el mismo texto de Jean Cocteau llevado este año al cine por Pedro Almodóvar. La particularidad es que ‘Voce umana’ lo dirigió Edoardo Ponti, uno de los dos hijos fruto de la relación de Loren con el productor Carlo Ponti. Es Edoardo quien la ha convencido para volver al primer plano con un filme que intenta resituar a su manera las raíces del neorrealismo italiano. 

Loren es presencia y reclamo, centro de casi todas las cosas en la película. El regreso de una de las mayores divas que tuvo el cine italiano de la segunda mitad del siglo XX debe saludarse como lo que es, un retorno con todos los honores, aunque el filme sea simplemente correcto. Quizás obnubilado por filmar a su madre, el director pierde un poco de vista la tensión de una historia que habla de atrocidades y desigualdades en dos épocas distintas: Loren encarna a una superviviente del Holocausto que acoge a un chico senegalés de credo musulmán que malvive en la calle. El texto es bueno: está basado en una novela del afilado Romain Gary, quien fuera marido de Jean Seberg.