QUÉ HACER HOY EN BARCELONA

El festival de cine africano FICAB ofrece este año una versión reducida 'on line'

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ficab 2019 -54 / periodico

Eduardo de Vicente

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Una de las filmografías más interesantes y de las más desconocidas de la actualidad es la africana. Lo cierto es que en ese continente están surgiendo muchos nuevos directores que abordan todo tipo de temáticas y las mujeres también están adquiriendo cada vez más protagonismo poniéndose tras la cámara. Para comprobarlo podemos acercarnos al FICAB (Festival Internacional de Cinemes Africans de Barcelona), que nos ofrece algunos ejemplos remarcables de la vanguardia cinematográfica de países como el Senegal, Angola o Nigeria. La actual situación ha provocado que hayan descartado las proyecciones previstas en el Maldà, así como las actividades paralelas que estaban previstas y se celebre una edición especial reducida on line a través de Vimeo. El certamen tendrá lugar desde mañana y hasta el domingo, pero hoy disfrutaremos de un aperitivo.

La Filmoteca de Catalunya proyecta a las 20 horas, dentro del ciclo Afrodistopies, el clásico Sankofa (1993), la película más conocida del realizador etíope Haile Gerima, con influencias del realismo mágico. La protagonista es una egocéntrica modelo afroamericana que, durante una sesión de fotos, en Ghana, viaja al pasado para ir a parar a una plantación del siglo XVIII donde descubrirá los maltratos físicos y psíquicos que sufren los esclavos y acabará convirtiéndose en la líder de la revolución. Su título, Sankofa, hace referencia a un pájaro mitológico de un grupo étnico ghanés, cuya traducción vendría a ser recuperar el pasado para entender el presente y reconstruir el futuro, los conceptos que utiliza el realizador para su estructura narrativa.

Dos filmes sobre la huella de la tradición en el presente

En la plataforma podrán verse tres largometrajes y tres cortos, todos ellos inéditos. El primero de ellos es Baamum Nafi (El padre de Nafi), un filme del senegalés Mamadou Dia, que obtuvo el Leopardo de Oro en el festival de Locarno en el 2019. La protagonista es una joven estudiante de Neurociencia que quiere casarse con su primo, lo que provoca una lucha entre sus respectivos padres: un humilde vendedor y un aspirante a la alcaldía. Su disputa inicial acabará convirtiéndose en rivalidad en torno a los valores de la tradición y la religión. Una cinta que reúne varias historias de amor y que definen los organizadores como “un título clave sobre el diálogo entre generaciones en un mundo en continuo cambio”.

La segunda propuesta es la hipnótica película angoleña Ar condicionado (Aire acondicionado) (2020). La acción transcurre en la capital del país, Luanda, en la que misteriosamente, los aparatos de aire acondicionado se están cayendo de las ventanas de los edificios. Un guardia de seguridad y una empleada doméstica viajan hasta allí para recuperar el aparato de su jefe. Irán a parar a una tienda de electrodomésticos donde su dueño ha fabricado una máquina para recuperar recuerdos y descubrir lo que está ocurriendo. FICAB destaca que es “un viaje onírico por las calles de Luanda a través de una música ecléctica que fusiona el jazz con el rap, el bullicio con el silencio. Una reflexión audiovisual sobre el legado del pasado en el presente y el modo en que éste marca el transcurso del tiempo de sus habitantes hacia el futuro”.

El primer filme femenino de Djibuti y cortos comprometidos

El tercer título es Dhalinyaro (Juventud), de 2020, firmado por Lula Ali Ismael. Es el primer largometraje escrito, realizado, interpretado, montado, filmado y producido por mujeres en Djibuti. Cuenta los sueños de tres amigas de clases sociales diferentes en su último año del instituto. Esta situación provoca que tengan que tomar decisiones como si deberían quedarse en su país o irse a Francia para seguir sus estudios. Ha sido escogida por ser “una oda a la amistad y, en concreto, a la amistad entre jóvenes mujeres. Es también una carta de amor al lugar de origen, Djibuti, y muestra cómo quedarse se convierte en un acto tan heroico como de resistencia”.

La oferta de cortos se concreta en tres películas. Troublemaker (Gamberro) es obra de la nigeriana Olive Nwosu con actores no profesionales y cuenta el salto a la madurez de un niño que juega con unos petardos sin pensar en las consecuencias. Una reflexión sobre las huellas de la guerra que vivió el país. Bablinga es el nombre de un bar y un poema audiovisual y reflexivo sobre la emigración. El dueño del local siempre asegura que, cuando cierre el establecimiento, regresará a Burkina, pero el día en que llega ese momento duda y, para complicarlo aún más, se le aparecen viejos fantasmas. Finalmente, la senegalesa Ordur (Basura) se ocupa de un cobrador de deudas que pierde su bolso con toda la recaudación. En su búsqueda llegará al universo mágico del gran vertedero de Dakar donde conocerá a una misteriosa recolectora de deshechos. Una historia de esperanza y dignidad y una metáfora de la sociedad actual. Tres días para descubrir una cinematografía tan interesante como olvidada.