MAESTRO DEL ESPERPENTO

Muere el director de cine Francesc Betriu, a los 80 años

El director de `La plaça del Diamant¿ recibió recientemente el Gaudí d¿Honor

Francesc Betriu, el pasado enero.

Francesc Betriu, el pasado enero. / periodico

Quim Casas

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Nacido en la localidad leridana de Orgañ¡nya y recompensado el pasado 19 de enero con el Premi Gaudí d’Honor "por su firme compromiso social y la diversidad de su producción", el cineasta Francesc Betriu ha fallecido este miércoles a los 80 años. Es difícil no apreciar su contribución a la comedia negra en tiempos del franquismo, su habilidad en la adaptación literaria y su aportación al cine y la televisión catalana con títulos como ‘La plaça del Diamant’ (1982), quizá su obra más recordada y la primera colaboración entre los dos medios realizada en este país.

Pero antes de esta versión de la novela de Mercè Rodoreda, que Betriu rodó primero para la televisión y acortó después para cines –aunque su idea era rodar un filme autónomo, con su propia ritmo y tonalidad, algo que económicamente no era viable–, el director se había hecho un hueco importante gracias a sus cítricas revisiones de géneros y temas tan populares como el folletín, los consultorios sentimentales, las telenovelas o el Barça.

‘Corazón solitario’ marcó en 1973 su debut en el largometraje, una película poco vista y cuyos rollos, como confesaba Betriu el pasado enero en una entrevista a EL PERIÓDICO, estuvieron guardados en la farmacia de su padre durante bastantes años. Antes, en cortos como ‘Bolero de amor’, ya había ofrecido su visión irónica de estas temáticas. ‘Furia española’ (1974), interpretada por Cassen y Mónica Randall y masacrada por la censura, ridiculizó con ternura la figura del culé, y en ‘Los fieles sirvientes’ (1980) sintonizó prematuramente con algunos aspectos de la reciente y laureada ‘Parásitos’ de Bong Joon-ho.

Adaptó la novela rural española de Ramón J. Sender en ‘Réquiem por un campesino español’ (1985), retrató el antiguo Barrio Chino de Barcelona en ‘Sinatra’ (1988) –con Alfredo Landa encarnando a un triste imitador de Frank Sinatra–, llevó a la televisión la obra de Juan Marsé ‘Un día volveré’ (1993) y realizó varias comedias esperpénticas sobre la diferencia de clases, como ‘La duquesa roja’ (1996). También rodó un documental sobre la visita a Barcelona de los Beatles en 1965, pero Fraga Iribarne prohibió que se exhibiera para minimizar el efecto de la actuación de los de Liverpool en España.

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