crítica de cine

'Falling': lazos que hieren

La primera película como director de Viggo Mortensen se interesa por el coste emocional de querer a alguien que no corresponde ese amor

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Falling'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Falling'. / periodico

Nando Salvá

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Mientras observa a un hombre homosexual casado que trata de cuidar de su volcánico padre, sumido en la demencia y en lo que parecen ser sus últimos días de vida, la primera película como director de Viggo Mortensen se interesa por el coste emocional de querer a alguien que no corresponde ese amor; así lo deja claro en su primer tramo de metraje, y a partir de entonces adopta una narración repetitiva que no revela capas adicionales de significado.

Pese a estar trufada de momentos de levedad y hasta de toques de humor, ‘Falling’ esencialmente funciona como una serie de interminables peroratas racistas, misóginas y homófobas escupidas en todas direcciones por un anciano despreciable; y aunque la feroz interpretación de Lance Henriksen en la piel de ese personaje resulta ciertamente deslumbrante, eso no impide que contemplar la película sea una experiencia extenuante y desagradable. Entretanto, la paciencia y la calma infinitas que mantiene el hijo (Mortensen) resultan igualmente frustrantes, en buena medida porque los frecuentes flashbacks no ayudan a justificar su inquebrantable compasión.

Como consecuencia, ‘Falling’ no llega a explorar ninguno de los temas que su premisa plantea -los estragos que causa la masculinidad, el deterioro humano provocado por el tiempo, la distancia insalvable entre generaciones- y por tanto, aunque sin duda es una película que significa mucho para su creador, no logra darnos buenas razones para pasar por el mal trago que sentarse frente a ella conlleva.