Muere Jota Mayúscula: el hip-hop español pierde a su patriarca

El edificio del hip-hop español ha perdido su columna central. Pionero, 'discjockey', productor, maestro y divulgador, cuesta imaginar cómo se hubiese sostenido el rap en España sin la ubicua existencia de Jota Mayúscula. Por ello, su fallecimiento a causa de un infarto, este viernes, a los 48 años, ha generado unánimes condolencias y elogios que resaltan su condición de arquitecto sonoro del género y, también, su predisposición a compartir conocimientos. El eco de la noticia ha cruzado el Atlántico y hasta Chuck D, líder de los neoyorquinos Public Enemy, ha lamentado la pérdida de un 'discjockey' clave  para la música española.

La muerte de Jesús Bibang González llega solo una semana después que iniciase la enésima temporada del veterano espacio radiofónico ‘El rimadero’ y estrenase un nuevo proyecto de divulgación musical también en Radio 3, el programa 'Jammin'.

El mundo de la cultura se despide de Jota Mayúscula

Jota Mayúscula emprendió el vuelo en los años 90 como 'discjockey' y productor del primer gran grupo del hip-hop español, El Club de los Poetas Violentos, también conocidos como CPV. Educados musicalmente gracias a los discos de hip-hop estadounidense que llegaban a la base militar de Torrejón de Ardoz, moldearon un debut discográfico que sentaría las bases de un rap serio, crudo y duro. Aquel ‘Madrid zona bruta’ (1994) fue un golpe sobre la mesa que delató y enterró el rap chistoso y los productos comerciales. Todos los raperos volvieron a la casilla de salida. Además, Bibang, de padre guineano, y el rapero Frank T, nacido en Kenia, eran probablemente los primeros músicos españoles de piel negra que veían muchos jóvenes en un país musicalmente tan blanco. CPV fue hace un cuarto de siglo la avanzadilla de una escena, la de las músicas urbanas, que empezaba a mostrarse permeable a la mezcla de orígenes.

Durante años, CPV marcó el listón a superar. Un disco de rap español tenía o no tenía nivel si se podía medir con los de CPV. Si se podía medir, sobre todo, con las producciones y los 'scratches' de Jota Mayúscula. Y así fue como una tras otra, las figuras emergentes del rap español de finales de los años 90 y principios de los 2000 tuvieron que contratarle para conseguir que sus primeros discos sonasen consistentes. ¿Quién firmó todos los scratches del ‘Hecho es simple’ de 7 Notas 7 Colores? Jota Mayúscula. ¿Quién grabó y mezcló el ‘Lujo ibérico’ de Mala Rodríguez. Jota Mayúscula. ¿Quién abrió sus estudios + Graves Producciones para que SFDK grabase ‘Siempre fuertes’? Hablamos de los debuts más relevantes del rap español de esa época. Faltaría añadir el ‘Genios’ de Violadores del Verso, ¿no? También ahí metió cucharada Jota Mayúscula.

Consejero y divulgador

El gran consejero del rap español publicó un puñado de discos en solitario al margen de CPV. Pero si por algo se le recordará es por su tarea como divulgador en el programa de Radio 3 ‘El rimadero’. Desde 1998, justo el año en el que CPV publicó su último disco, ‘Grandes planes’, Bibang dio la alternativa a cientos y cientos de jóvenes raperos. Su programa fue el escaparate de referencia para varias generaciones de b-boys y b-girls en una época en que la posibilidad de lanzarse y autopromocionarse desde internet era pura ciencia-ficción. Durante años, miles de jóvenes se reservaban un par de horas de la madrugada del sábado al domingo para escuchar las novedades que traía Jota Mayúscula.

Jota Mayúscula es el hombre que siempre estuvo allí. Uno de los componentes de Violadores del Verso, el rapero Sho-Hai, lanzaba hoy en las redes sociales el mensaje más escueto y redondo. “Descanza en paz. Gracias por todo”. Precisamente en la portada del debut en solitario de Jota Mayúscula, aquel ‘Hombre negro soltero busca...’ de (2000), llamaba la atención un adhesivo del ‘Genios’ de Violadores del Verso enganchado en su maletín de vinilos. Y es que Jota Mayúscula siempre fue un hombre de equipo, de escena. El hip-hop español pierde al pilar sobre el que se ha sustentado todo un ecosistema musical durante más de dos décadas. Muchos raperos españoles se han quedado sin esa persona a la que llamar y pedir consejo.

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