CRÓNICA

Els Amics de les Arts, en modo 'pausa' en el Grec

El grupo ofreció su versión más plácida y narrativa, en contraste con la efervescencia pop de sus últimos trabajos, y contó con Andrea Motis como inesperada invitada

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Jordi Bianciotto

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A Els Amics de les Arts, la pandemia los ha puesto tiernos y un poco melancólicos, además de estimular su vocación de diálogo con la afición. Lo tenían todo planeado para publicar ‘El senyal que esperaves’ el 20 de marzo, y han respondido a la calamidad con un recital recogido, manejable y de repertorio seleccionado en buena parte por sus admiradores. Cancionero en el que mandan “las lentas”, como hicieron saber este miércoles en el Grec.

Así que ‘Els dies més dolços’, ese es el título del concierto, potencia a los Amics más folk, los que se relamen en las suaves armonías vocales, y también a los contadores de historias que colocan la letra en primer plano. A la espera de lanzar por fin el álbum (el 18 de septiembre), echan la vista atrás y se dejan llevar por las tenues dinámicas de piezas como ‘Tots els homes d’Escòcia’. Concierto para satisfacer a los fans históricos: repescas de temas lejanos como ‘Per mars i muntanyes’ y ‘Déjà-vu’.

Violoncelo y danza

Espectáculo “pequeño y cuco”, deslizó Joan Enric Barceló, aunque al trío titular se sumaron otros dos efectivos, la violoncelista Maria de Palol y la bailarina Idu Massa. Els Amics, en la versión más plácida, compensando cierta linealidad con un repertorio de bromas caseras a costa de su amigo Joan Dausà y del ‘Bailar pegados’ de Sergio Dalma. Pero no fue hasta la secuencia de ‘No ho entens’, ‘L’home que treballa fent de gos’ y ‘Ja no ens passa’ que el concierto despegó, con bases rítmicas y el llamativo ‘keytar’ de Dani Alegret.

La sorpresa llegó con el solo de trompeta y la voz de Andrea Motis, que entró en escena en ‘Els ocells’ y se quedó para dar mayor relieve a la álgida ‘Louisiana o els camps de cotó’. Pero Els Amics han registrado una evolución en los últimos años, con más electrónica y una tendencia hiperexpresiva, que no se pudo apreciar en el contenido bolo del Grec, en el que, tras las populares ‘4-3-3’ y ‘Jean-Luc’, apenas se entrevió el futuro en ese ‘Et vaig dir’ con sordina. Vendrán tiempos más expansivos.