GRAN CINE DOMÉSTICO

'Hecho en casa', visiones de autor del confinamiento

Netflix estrena el martes una colección de cortos de cuarentena con firmas como Paolo Sorrentino, Ladj Ly o Pablo Larraín, impulsor del proyecto

Paolo Sorrentino, en un rodaje

Paolo Sorrentino, en un rodaje / periodico

Juan Manuel Freire

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A la (no tan larga) lista de cosas buenas salidas del drama del covid-19 hay que sumar 'Hecho en casa', colección de diecisiete cortos rodados durante el confinamiento por grandes directores y actrices de alrededor del mundo. Desde mañana, martes, se podrá ver en Netflix este proyecto impulsado por las productoras del cineasta Pablo Larraín ('Jackie') y el productor Lorenzo Mieli ('La amiga estupenda').

Las algo más de dos horas totales conforman un tapiz reconfortante, una ventana poliédrica a un extraño caso de vivencia compartida a nivel global, aunque no todo el mundo la haya vivido con igual comodidad, algo que se encarga de recordar Sebastián Lelio ('Una mujer fantástica') en un corto musical protagonizado por Amalia Kassai.

Todo arranca con un doble nocaut. En el corto de apertura, Ladj Ly se sirve del dron de Buzz (personaje de su propia 'Los miserables') para sobrevolar los barrios de Clichy y Montfermeil, de un distrito parisiense especialmente castigado por la pandemia: Seine-Saint-Denis. Paolo Sorrentino, justo después, juega con figuras del Papa Francisco (con la voz de Javier Cámara) y la reina de Inglaterra (Olivia Williams) en un Vaticano de juguete. Lo que empieza con humor acaba en poderosa melancolía.

Padres e hijos

En el conjunto ganan, temáticamente, los cortos que documentan el tiempo pasado entre padres e hijos. Rachel Morrison (reputada directora de fotografía y autora de 'Mudbound') escribe una carta audiovisual a su hijo mayor: le pide que recuerde solo todo lo bueno. Natalia Beristáin Nadine Labaki capturan los rituales de sus pequeñas durante estos días extraños; la hija de Labaki se marca una improvisación llena de drama en la oficina de su padre. Un buen antídoto contra la tristeza impresionista de Naomi Kawase.

En este apartado paternofilial aparecen piezas especialmente conmovedoras, como la de David Mackenzie ('Comanchería') con su hija Ferosa, colección de pequeños fragmentos de angst adolescente; la del chino-canadiense Johnny Ma cocinando dumplings para su nueva familia mexicana, o esa en la que Gurinder Chadha ('Quiero ser como Beckham') pasa en confinamiento el duelo por su madre y otros familiares y conecta sus hijos con sus orígenes indios.  

Más solos parecen en casa Kristen Stewart, autora (tras un par de videoclips y otro corto) de una pieza un tanto autoindulgente sobre ansiedad e insomnio, o el director Sebastian Schipper ('Victoria'), que se duplica a sí mismo cuando se rapa el pelo y encuentra así compañero para el ajedrez.

Las piezas más narrativas

Otros han querido seguir cultivando su amor por contar historias. Larraín desmitifica los diálogos de despedida a través de Zoom con una comedia negra, negrísima, de (supuesto) remordimiento y (sangrante) escarmiento; el más divertido junto al relato de reconciliación de Rungano Nyoni ('I am not a witch'). La más conocida como actriz Maggie Gyllenhaal firma una curiosa fábula de ciencia ficción. Y Antonio Campos (la serie 'The sinner') se marca una especie de inquietante psicodrama al estilo del Altman de los setenta.

Los hay que no se conforman con su familia para el reparto: Campos cuenta con el actor Christopher Abbott, mientras que Cate Blanchett narra la pieza de Ana-Lily Amirpour, recorrido aéreo por una Los Ángeles especialmente vacía y fantasmal.