'Thunder Road': una sonrisa llorosa

'Thunder Road' empezó siendo un exitoso corto en plano secuencia que aquí se recrea, en versión aún más incómoda, como prólogo de la función. El policía Jim Arnaud (Jim Cummings, también director, comontador o compositor) pretende cantar y hacer una coreografía al ritmo del tema titular de Springsteen en el funeral de su madre, que adoraba al Jefe, pero esta vez el radiocasete rosa infantil ni siquiera funciona. "¿Deberíamos llamar al fabricante?", dice Jim en mitad de la crisis.

Un comentario risible en mitad del peor drama imaginable. Así podría resumirse el equilibrio, o mejor, la confusión entre comedia y tragedia que persigue Cummings en esta extensión de su retrato de policía introvertido, en la que aprendemos sobre la difícil relación de Jim con su hija o la implacabilidad de su esposa (la gran Jocelyn DeBoer) ante el divorcio. Por momentos, Jim Arnaud parece un pariente nada lejano de los inadaptados sociales a los que suele encarnar Danny McBride, pero este personaje no tiene delirios de grandeza ni rastros de mezquindad. Cummings lo aprecia y puede retratar su lidia desde el drama más o menos directo, no siempre con los mejores resultados.