DESESCALADA CULTURAL

CaixaForum da el pistoletazo a la reapertura de los museos de Barcelona

El museo de Montjuïc reanuda la actividad con una notable afluencia de público y las correspondientes medidas de seguridad

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Mauricio Bernal

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Alguien que, por razones estrambóticas, hubiera despertado de un coma profundo en el vestíbulo del CaixaForum, habría pensado que algo muy raro había ocurrido en su ausencia, y se habría preguntado si en el ambiente había un agente químico o algo parecido, quizá un virus; si no, por qué todo el mundo llevaba mascarilla. Emergiendo de su atolondramiento, habría visto extrañamente repetida la frase "Protocolo de seguridad e higiene", y casi habría concluido que, efectivamente, debía haber algo raro en el aire. Pero el resto le habría parecido cercano a lo normal. El vestíbulo del CaixaForum, sus escaleras, recovecos y salas presentaban este lunes un aspecto saludable, y este lunes era un día importante: el museo de Montjuïc era el primer gran museo de Barcelona que volvía a abrir sus puertas tras 11 semanas de cierre obligado por el confinamiento, en cierto modo el conejillo de indias de las reaperturas que van a tener lugar esta y la próxima semana en los museos de la ciudad. Si la gente iba a responder. Si irían con miedo. Cómo sería la nueva experiencia museística. Tales eran las preguntas.

Es el primer gran museo de Barcelona que abre sus puertas tras 11 semanas de cierre obligado por el confinamiento

La cola que había a las diez de la mañana contravenía el tópico de que este es un país donde la gente lo que estaba esperando para lanzarse con avidez a la calle es que abrieran las playas y las terrazas; también había los que estaban esperando que abrieran los museos. Puede que no tuvieran el espíritu de desenfreno que animaba hace unos años a las multitudes que en el comienzo de las rebajas se agolpaban en las puertas de los grandes almacenes, esperando con ansiedad enfermiza la apertura de las puertas –la gente que visita museos suele ser algo más civilizada–, pero compartían con ellos el hambre de algo largamente esperado. "Vivimos cerca y venimos habitualmente. Yo estoy apuntada al boletín de noticias y el viernes o sábado nos enteramos de que hoy abrirían, así que decidimos venir, porque teníamos ganas", decía la maestra Marta Plana. La apertura simultánea de todos los museos barceloneses que se contemplaba hace unas semanas al final no pudo ser –es una coordinación más compleja de lo que se puede pensar, al parecer–, así que la fiesta será gradual, e irá sumando cada día nuevos invitados.

Un vacío indetectable

La mayor parte de los que hacían fila a las diez de la mañana habían reservado turno por internet. Es una de las estrategias del CaixaForum para controlar el aforo, que en cualquier caso es limitado, de un tercio del habitual. Lo bueno es que en un museo no tiene el mismo efecto descorazonador que en un cine, o en un teatro. Aquí es difícil ver el vacío. De hecho, no hacía falta haber despertado de un coma para tener la sensación de que había gente en el museo igual que podría haberla en otro día sin coronavirus, confinamiento ni pandemia de por medio. Nadie habría dicho que mucha, pero tampoco que poca. No siempre se respetaba la distancia de seguridad; si ocurría, es porque había gente suficiente para que se notara. En la magnífica exposición sobre surrealismo y diseño que es el plato fuerte de estos días en el museo era fácil olvidar –mascarillas aparte– que estamos en el año del coronavirus.

"La gente ha respondido y estamos muy contentos por la afluencia", decía la directora general adjunta de la Fundación La Caixa, Elisa Durán

"Estamos emocionados", celebraba la directora general adjunta de la Fundación La Caixa, Elisa Durán. "La gente ha respondido y estamos muy contentos por la afluencia. El museo es una ventana a la cultura que desde hoy vuelve a estar abierta". Durán explicaba que más que las medidas de seguridad, lo que ha supuesto un desafío ha sido recomponer el calendario de exposiciones, pero decía que ha habido "buena disposición" por parte de las instituciones con las que el museo ha forjado alianzas, y de las que dependen gran parte de las muestras de la temporada. Sobre la seguridad explicaba: "Nuestra intención es que el visitante perciba la seguridad y no tenga que estar pendiente de eso, y que tenga claro que nosotros nos ocupamos".

Mamparas, gel, mascarilla...

Las medidas de seguridad incluyen pasillos independientes para el ingreso y la salida, tanto del recinto como de las salas, y mamparas en el mostrador de recepción. Es obligatorio llevar mascarilla, es recomendado el uso de gel hidroalcohólico y la distancia de seguridad es de dos metros entre persona y persona, como recuerdan los paneles digitales y analógicos en el vestíbulo, así como los que se encuentra el visitante en la entrada de cada sala. "Visitas individuales o en unidades familiares o de convivencia", se lee. La duración máxima de la visita es de dos horas. A quienes no llevan mascarilla se les facilita una en el punto de información dispuesto frente a la entrada del museo, donde también hay un dispensador de gel.

En la entrada, el visitante dispone de mascarillas y gel para las manos

"La gente viene un poco perdida", decía Jordina Torné, la responsable de resolver las inquietudes de los visitantes. "Yo les doy la bienvenida y les explico cómo es el sistema que hemos montado. Luego ellos me preguntan cómo deben actuar, si pueden ir al servicio, si se pueden usar las consignas, si el restaurante está abierto… Que no lo está, por cierto". La tienda sí lo estaba, y funcionaba con un aforo limitado a nueve personas. También entraba gente. Si de los reencuentros felices queda un recuerdo, mejor.

Las otras reaperturas

El segundo gran museo barcelonés que se dispone a abrir de nuevo al público es el Macba, que volverá a la actividad este miércoles, día 3, con dos exposiciones truncadas en su momento por el confinamiento: 'Un siglo breve', que reúne algunas de las piezas icónicas de la colección, y 'Takis', dedicada al artista griego pionero en el uso del magnetismo, la luz y el sonido. Antes de eso, este mismo martes, habrán vuelto a abrir los museos municipales Frederic Marès y de historia de Barcelona (MUHBA). Esta semana también retomará la actividad la Fundación Foto Colectania, en el paseo de Picasso, con su exposición, presentada un día antes del decreto del estado de alarma, sobre el fotógrafo japonés Daido Moriyama. Lo hará, como el Macba, el día 3.