Algiers: "Nadie sabe qué nombre dar al miedo que rodea todo"

Tras el aclamado 'The underside of power', esa bestia rock & soul de Atlanta llamada <strong>Algiers</strong> ha regresado este año con el menos eléctrico, pero no menos electrizante 'There is no year', poema épico sobre la podredumbre moral de Estados Unidos y la ansiedad moderna. El sábado, día 29, actúan en Razzmatazz 3, un escenario que seguramente se les antojará pequeño: vienen de abrir mundialmente para Depeche Mode. Hablamos con su líder, Franklin Fisher.

Gracias por publicar un disco de 37 minutos. Y tan tenso, intenso en todo momento. Uno nunca llega a mirar el reloj.

Es algo que vino dado, en parte, por el poco tiempo que teníamos para grabar. Con el anterior fueron seis meses. Con este, prefiero no decir cuánto, pero fue menos. Sabíamos lo que veníamos a hacer, lo hicimos y cumplimos con el objetivo.

He leído que compuso el repertorio durante un periodo de ansiedad y sensación de vacío. La ansiedad es un concepto del que muchos artistas hablan últimamente. ¿Empieza a ser una condición inevitable de la vida moderna?

Tomamos el título de un libro de Blake Butler, amigo nuestro. Hace tiempo nos habló sobre una instalación artística [de Martijn Hendricks] que consistía en 'Los pájaros', de Hitchcock, sin los pájaros. Me pareció una forma increíble de hablar sobre la clase de miedo que rodea todo. Nadie sabe qué es, nadie sabe qué nombre darle. Quería escribir sobre este asunto como paradigma cultural y también como algo muy personal que estoy tratando de superar.

Llega un punto en que uno no sabe si rendirse o si realmente tratar de superarlo. ¿Qué pasos está siguiendo usted?

Desde principios del año pasado, ya no estoy en las redes sociales. Eso me ayuda a tener espacio mental. También me pongo límites en cuanto a la cantidad de noticias que puedo leer cada día. Leo los titulares por la mañana durante un cuarto de hora y eso es todo.

Con este disco, es como si quisieran convertir la ansiedad en algo positivo. Es ansiedad que se puede bailar.

Me gusta esa idea. Es un cumplido. De hecho, creo que vamos a usarla como eslogan del disco desde ahora.

En el sonido se nota, y mucho, la presencia en la producción de Randall Dunn, que creó belleza a partir del horror en la banda sonora de 'Mandy', compuesta por Jóhann Jóhannsson.

Hemos trabajado muy estrechamente con él y Ben Greenberg, más que en nuestro anterior disco [participaron solo en las últimas sesiones]. Empiezan a ser casi como dos miembros de Algiers. Hicimos con ellos una remezcla del 'Where’s the revolution' de Depeche Mode. Además, participé en un tema ['Something about that night'] del último álbum en solitario de Dunn.

Desde el principio del disco, con ese gran corte titular, encontramos más elementos sintéticos de lo habitual. ¿Es la consecuencia de girar con Depeche Mode?

Para mí esa primera canción no se distingue tanto de otras nuestras, como 'Cry of the martyrs' o 'Pretext'. Si hemos aprendido algo de girar con Depeche Mode, es a ser más profesionales. Cuando eres telonero de un grupo como ese, tu única opción es ponerte las pilas y hacer bien tu trabajo.

"Desde principios del año pasado, ya no estoy en las redes sociales; eso me ayuda a tener espacio mental"

Franklin Fisher

— Cantante y multiinstrumentista de Algiers

En mi opinión, la canción estrella es 'Nothing bloomed'. ¿Su pieza más cinematográfica hasta la fecha?

El disco al completo, diría, es el más cinematográfico que hemos hecho. La música debería hacer pensar en imágenes; disparar tu imaginación. Nos encantan las bandas sonoras y el diseño de sonido. John Carpenter, Ennio Morricone o Bernard Herrmann son para nosotros influencias tan importantes como cualquier banda rock, soul o electrónica.

No les va mal en general, pero al parecer donde realmente triunfan es… en los Balcanes. ¿Cómo es eso?

Realmente no lo sé muy bien. Nos propusieron ir por allí hace un tiempo: 'Hey, chicos, allí tenéis un mercado'. Y realmente era así. El público es pura pasión. Cada vez que vamos es todo más salvaje que la anterior.