LO QUE NO SABÍAS DE...

Las divertidas curiosidades del rodaje de 'Hasta que la boda nos separe'

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Eduardo de Vicente

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Esta semana llega a nuestras pantallas Hasta que la boda nos separe, una nueva comedia romántica de un especialista en el género, el catalán Dani de la Orden (Barcelona, nit d’estiu, El mejor verano de mi vida). En este caso se trata de un remake de la francesa La wedding planner que protagonizan Belén Cuesta, Álex García, Silvia Alonso, Adrián Lastra y Antonio Dechent, entre otros.

Todo empieza con un enredo. Durante una boda, un joven tiene una aventura con la organizadora del enlace y ella le deja una tarjeta suya. La novia del chico la descubre y piensa que tiene la intención de casarse. Él es un cobarde y, para tapar su infidelidad, decide seguir adelante. Para que todo resulte aún más complicado, el azar quiere que las dos mujeres fueran antiguas compañeras de clase y que se obsesione con que ella organice su matrimonio que va a celebrarse en Tenerife.

Es una película rodada con un presupuesto muy ajustado, lo que provocó que tuvieran que buscar soluciones para que no se notase en la pantalla. El director nos explica ésta y otras curiosidades del rodaje. Mientras hablamos nos interrumpe constantemente Adrián Lastra (en plan gamberro, pero de buen rollo), que está en otra línea llamándole desde Miami donde está participando en la versión local de Mira quién baila.

-Un remake“Para hacerla más nuestra, tuvimos que adaptar el guion de la película a aquí con distintos cambios en los personajes de los dos protagonistas, la trama romántica, chistes sobre la isla, la aparición del personaje de Adrián Lastra durante la boda y el discurso que pronuncia aunque el tema central seguía siendo el miedo a reconocer que te gusta alguien”.

-Reivindicación de los guionistas. “Siempre comparto con los guionistas los primeros premontajes para que me ayuden porque pienso que deberían tener más presencia en las películas. Ahora en las series parece que están recuperando el sitio que merecen”.

-Padre nuestro… “Nos costó bastante encontrar una iglesia para rodar porque en esa escena se caía la Biblia, la cruz, el cura decía “me cago en Dios”, apagaban el incendio con agua bendita y cuando leían el guion se daban cuenta de que no iba a ser una comedia para creyentes. Menos mal que al final encontramos una y nos hicieron el favor”.

-Disimulando las carencias. “Como no teníamos mucho dinero no podíamos contratar a demasiados figurantes. En la escena del banquete intentamos que pareciera que había más gente de la que aparece. Lo logramos con oficio poniendo términos, cruzando las cámaras, rodando con lentes largas, etcétera”.

-Un baile improvisado. “En una escena, Belén y Álex bailan la canción de Nena, 99 red ballons. No nos dio tiempo a prepararla mucho y la improvisamos un poco ahí. La crearon ellos mismos, Belén sacó sus dotes de bailarina, la única indicación que les hice fue que quería que fuera un poco ridícula. Antes salía casi todos los jueves por Barcelona a bailar en una sala donde ponían música de los 80 y antes de cerrar ponían ésta, que era un subidón y, como lo había vivido, quería que fuera esta canción”.

-La casa de Tenerife. “No fue fácil encontrarla porque tenía que tener vistas al mar, un lookNo sé exactamente qué pasó pero no acabó bien. Me dijeron que había algún problema y tuvimos que rodar los últimos planos a contrarreloj”.

-Amigos para siempre. “Adrián, con quien rodé Litus, tiene un papel secundario y suelo poner a cada actor un número en función de su protagonismo. Aquí, Belén era el 1, Álex el 2 y Adrián el 7. Como teníamos mucha complicidad después de cada escena que cambiaba me decía que ya era el 4. Fue un gag recurrente".

-Dos resistentes. “Una de las bodas que prepara la organizadora es la de una pareja homosexual interpretada por dos miembros del equipo del programa La resistencia:No es una casualidad. En El mejor verano de mi vida, Ricardo tenía un papel muy pequeño y le comenté si quería repetir. No sé si fui yo o él quien sugirió que su pareja fuera Jorge. Para mí lo importante es generar química entre los actores y en un papel tan pequeño tampoco da tiempo a crearla. Es mejor que lo haga alguien con quien el actor ya tenga una dinámica de cachondeo”.

-El karaoke. En una de las secuencias, Belén y Silvia cantan en un karaoke Total eclipse of the heart mientras Álex y Adrián la interpretan en casa. El día del rodaje de la escena estaban todos bastante nerviosos. En la película tenían todos la obligación de cantarla mal y aún no sé si, en realidad, cantan bien. Creo que sí, pero no puedo afirmarlo”.

-La improvisación. “En el filme hay muchas frases improvisadas. Lo importante es tener un equipo en el que confíes y te da la seguridad de que siempre le sumarán detalles al guion, les dejo libertad”.

-Rodaje de guerrilla. “En una escena, Belén va dando volantazos en el coche. La rodamos a lo punki, sin demasiados medios. Atamos una cámara en otro coche e íbamos por una carretera arriba y abajo. A veces hay que rodar en plan guerrilla, y me lo paso mejor así que cuando las cosas están más organizadas, porque se va más lento y se pierde espontaneidad”.

-El barco y la tormenta. “La escena de la tormenta teníamos que rodarla con poco presupuesto. Teníamos un barco con gente moviéndolo y añadíamos un croma. La estábamos rodando y no sabíamos si iba a quedar bien o no, pero al final funcionó”.

-Un final complicado. “La secuencia final transcurre en un barco y algunos de los personajes acaban en el agua. Pero no teníamos mucho tiempo y debíamos hacerlo en un solo plano para luego arreglarlo. Primero se tiraba el especialista de Alex, Belen hacia ver que se tiraba, mientras la cámara estaba en una Zodiac... Un auténtico lío que tuvo final feliz”.

-La playa ¿tranquila? “Cuando están los dos en el agua parece que estamos en el mar pero, en realidad, rodamos en una playa. Es muy difícil encuadrar en el mar al estar en un soporte que no esté fijo. Pero hizo muy mal tiempo, subió la marea, no salían en la misma posición. Tuve que admitir que hubiera algún fallo de raccord porque no había más donde elegir. Todos los planos que rodamos están en el montaje final. Fue uno de los peores días de mi vida, con mucho descontrol y un oleaje terrible”.

-El barco y el sol. “Filmar en un barco es complicado por el tema del sol. Rodamos tres días, no puedes iluminar y la luz le iba cambiando. El pobre director de fotografía iba vendido”.