CRÍTICA DE CINE

'El huevo del dinosaurio (Öndög)': la humanidad en un trozo de desierto

La excelente película de Wang Quan¿an transita entre la investigación policial, el drama íntimo y algo parecido el romance para reflejar la naturaleza cíclica de nuestra existencia

Estrenos de la semana. Tráiler de 'El huevo del dinosaurio'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'El huevo del dinosaurio'. / periodico

Nando Salvà

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'El huevo del dinosaurio' se abre con el descubrimiento de un cadáver, y se cierra con tres significantes de la creación de vida: un coito, un embarazo y el renacer metafórico de una mujer cuya vida florece. Y también entre ambos extremos avanza a través de los contrastes y las yuxtaposiciones. El anochecer se confunde con el amanecer, el mito permea la línea que lo separa de la realidad, la tierra se opone al cielo y la apabullante vastedad de la estepa mongola resalta la sencillez de las vidas ordinarias que transcurren en ella. 

Dirigida por el chino Wang Quan’an, que ya exploró esa misma geografía en 'La boda de Tuya' (2006) -por la que obtuvo el Oso de Oro de la Berlinale-, la película transita entre la investigación policial, el drama íntimo y algo parecido el romance para reflejar la naturaleza cíclica de nuestra existencia. En el proceso, asimismo funciona como declaración de amor al majestuoso paisaje -capturado a través de composiciones que informan la narración con tanta eficacia como la acción que transcurre dentro de sus contornos-, a los animales que lo habitan y a las personas que tratan de sobrevivir atrapadas entre los requisitos de una cotidianidad inevitablemente tradicional y una creciente modernización.

Mientras las observa a menudo desde la distancia y dotándolas de contadísimos diálogos, 'El huevo del dinosaurio' celebra las conexiones humanas por muy fugaces que el entorno las obligue a ser; y lo hace tomándose su tiempo pero sin resultar monótona ni un instante, y equilibrando a la perfección sendas dosis de humor flemático, espiritualismo mundano y épica modesta.