PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA PARA EL 2020

El CCCB reivindica la utopía en tiempos distópicos

El centro cultural traza una seductora programación que propone huir del fatalismo de los tiempos actuales e imaginar "otros futuros posibles"

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Mauricio Bernal

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Acaso las distopías están de moda porque vivimos sumergidos en una: porque un personaje escalofriante gobierna en el país más poderoso, porque han vuelto los fascistas, porque se encamina el planeta hacia la destrucción por calor. Recortan trabajo, recortan sueldos y recortan ilusiones. Falta eso especialmente: la ilusión. Esto no es Mayo del 68 –ni de lejos– y lo realista no es pedir lo imposible, el realismo es realismo y lo imposible simplemente no se puede hacer. El futuro es incierto y borroso con tendencia marcada hacia lo oscuro, así que la gente prefiere bajar la cabeza y refugiarse en su teléfono móvil. Son tiempos abonados para el fatalismo, la resignación y la ironía. O bien tiempos de reivindicar lo contrario. La utopía.

Son tiempos para el fatalismo, la ironía, la resignación... o bien para la utopía

En ese cruce de caminos, el Centre de Cultura Contemporànea de Barcelona (CCCB) ha preferido mirar a la izquierda y reivindicar la utopía. ¿Puede un centro cultural elaborar la programación de todo un año sobre un concepto decididamente etéreo? Es lo que ha hecho el CCCB, "porque sin futuro no hay libertad, y la cultura, que descansa en la libertad de expresión y de creación, tiene potencial emancipador y la fuerza para imaginar otros futuros posibles", escribe la directora, Judit Carrera, en la introducción del programa del 2020. Al frente del centro desde octubre del 2018, Carrera encabezó este martes la presentación de la primera programación elaborada íntegramente bajo su dirección, con la utopía por bandera y el reto de que el primer año tras al aniversario 25 sea un punto y seguido, el comienzo de algo. "Tenemos que adaptarnos a un mundo nuevo", dijo Carrera, "y actualizarnos en base a las revoluciones de las últimas décadas". "Sobre todo la revolución tecnológica", subrayó.

El otro, las pantallas y el planeta

'Imaginar, inventar, ensayar el futuro': así se titula la propuesta. ¿Qué propone exactamente el centro de Montalegre? La utopía es etérea, luego hay que aterrizarla, y el equipo del CCCB la ha articulado en torno a tres conceptos. El futuro, dicen, pasa por nuestra relación con el otro. El futuro, dicen, pasa por nuestra relación con el planeta. Y el futuro, dicen, pasa por nuestra relación con las pantallas. Tres conceptos para tres exposiciones llamadas a marcar la temporada en el centro cultural. En orden cronológico, una dedicada a los vIdeojuegos (pantallas), una sobre la obra de William Kentridge (el otro) y una sobre Marte (planeta). Porque el vídeojuego es por excelencia pantalla, porque Kentridge debe su fama a la reflexión artística sobre el apartheid y porque Marte (¡Marte!) es probablemente el lugar al que tendremos que huir cuando todo a nuestro alrededor empiece a fundirse, en 500 o mil años.

El futuro pasa por nuestra relación con el otro, con el planeta y con las pantallas

¡Marte! Sí, Marte. Otro museo reflexionaría sobre el cambio climático puede que con fotos de la Antártida derritiéndose, pero el CCCB lo hace con una exposición sobre Marte: Marte como mito, Marte como inspiración, Marte en la cultura antigua; Marte, por supuesto, en la cultura popular, de Verne a Wells, de Bradbury a Kim Stanley Robinson (puede que el autor que más lejos ha llevado la reflexión sobre la terraformación del planeta rojo). El nuevo jefe de exposiciones del CCCB, Jordi Costa, en el cargo desde hace dos meses, recordó que vuelve a ser un tema de actualidad no solo porque la Tierra se calienta y quién sabe si habrá que hacer las maletas, sino porque el próximo año están previstas cuatro misiones a Marte, es decir que la curiosidad, esa gran curiosidad, sigue intacta. 'Marte, el espejo rojo' es la muestra que más presupuesto ha requerido de las tres y tiene modos de hito del 2020.

Además, es la única de producción propia: aunque enriquecida para la ocasión con nuevas piezas –en especial la 11ª de la serie de animaciones 'Drawings por projection', que será estrenada en Barcelona– la exposición de Kentridge ('Las sombras y el poder') aterriza en el centro barcelonés procedente del Eye Film Museum de Ámsterdam. Otro tanto ocurre con 'Gameplay. Cultura del vídeojuego', adaptación y ampliación de la muestra concebida originalmente para el ZKM, el Centro de Arte y Medios Tecnológicos de Karlsruhe, Alemania.

Invitados ilustres

Es el momento de recordar que el CCCB no es museo sino centro cultural, que las exposiciones son una parte del todo y que de ese mirar el futuro –y mirarlo con optimismo– que es la propuesta para el próximo año también participan el programa de debates y el nuevo programa de 'Mediación', que el centro estrena como espacio abierto a nuevos públicos, creadores y miradas, "laboratorio indisciplinado de creación y pensamiento, de investigación y producción". "Todo gira en torno a los futuros posibles", señaló su responsable, Susana Arias, en referencia a las actividades del 2020. En el programa de debates destacan algunos de evidente actualidad como 'Desobediencia, resistencia, protesta: la disensión en épocas de autoritarismo', con la presencia de la filósofa estadounidense Judith Butler; 'Futuros de la democracia', con el filósofo canadiense Charles Taylor, y la conferencia que dictará Alain Badiou el 11 de junio. Entre los invitados ilustres que también pasarán el próximo año por el centro del Raval figuran el escritor italiano Alessandro Baricco, el sociólogo francés Edgar Morin y el también sociólogo estadounidense Craig Calhoun.

Hay que pensar el futuro.

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