CRÓNICA

Glen Hansard, viaje purificador en el Palau

El cantautor irlandés desplegó su repertorio con fondo místico, asentado en su reciente 'This wild willing', y citó a Woody Guthrie y Leonard Cohen

Glen Hansard, conJavier Mas en segundo plano, el miércoles en el Palau de la Música

Glen Hansard, conJavier Mas en segundo plano, el miércoles en el Palau de la Música / periodico

Jordi Bianciotto

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Glen Hansard es de esos artistas que hacen de un concierto algo más que eso: cantando desde muy adentro eleva la mirada hacia un horizonte existencial, buscando una experiencia de comunión con el público. Su pase de este miércoles en el Palau, dentro del Festival Mil·lenni, vino a ser una consagración de sus artes en Barcelona, aquella ciudad en cuyas calles vagó y cantó en su juventud.

Tal y como explicó, no era la primera vez que 'actuaba' en el Palau, ya que en su primera estancia barcelonesa asistió a un concierto en la sala con piezas de Beethoven a las que, desde su butaca acompañó espontáneamente con la pandereta (para enfado de los asistentes que le rodeaban). No habríamos dicho que Hansard tenía esos ramalazos de gamberrete, aunque sí vemos en él a un aventurero que, además de haberse ventilado la ruta desde Irlanda a Galicia en una barca de remos, lleva la música con raíces celtas a otra dimensión, al contacto con el rock, el Mediterráneo oriental y algo más allá: hasta la misma órbita planetaria, como insinúo en ‘The moon’.

Javier Mas acústico y eléctrico

Hansard presentó ‘This wild willing’ avanzando con sigilo desde ‘Fool’s game’ y trepando por las cuestas de ‘I’ll be you, be me’, valiéndose de instrumentaciones delicadas en un escenario en penumbra. Junto a él, siete músicos, ofreciendo un singular diálogo del violín y el saxo, y con un Javier Mas finísimo a la guitarra e imperial al laúd en los espasmos de ‘The closing door’. Es posible achacar al repertorio un exceso de densidad y misticismo, si bien Hansard moduló el tono incluyendo cánticos en solitario al piano y a la guitarra, desviándose hacia un rock corpulento (‘Didn’t he ramble’, con Mas a la guitarra eléctrica) y simpatizando con el blues en un ‘Way back in the way back when’ con vistas a Woody Guthrie y su ‘This land is your land’.

Hansard, portador de la memoria de la emigración irlandesa y sacando al cantautor telúrico que lleva dentro de un ‘Her mercy’ fundido con ‘Bird on the wire’, de Leonard Cohen. Tras más de dos horas de concierto, cobró forma el festín folk, aunque, para despedirse, acudió a un estándar espiritual, ‘Passing through’, que Cohen, entre otros, hizo suyo, y que culminó un concierto con fondo de experiencia purificadora.