'Messi 10': espectacular oda circense al 'crack' del Barça

El Cirque du Soleil se acerca al mundo del deporte con 'Messi 10', un espectáculo que impresionó al público en su estreno mundial en el Parc del Fòrum la noche del jueves con impactantes números protagonizados por un elenco de 47 artistas de 19 nacionalidades.  

Messi es la gran estrella del 'show' que se desarrolla en una pista azul con una forma inspirada en un campo de fútbol donde los artistas juegan con balones en algunos números. La tradicional carpa con el 'grand chapiteau' ha sido sustituida por una gran estructura de metal en una explanada con diversas zonas donde los fans del fútbol pueden demostrar su puntería y otras habilidades con el balón. La pasión por el circo y por el fútbol se unen en esta soprendente propuesta que dura igual que un partido de balompié. Consta de dos partes de 45 minutos más el descanso donde, por cierto, lo único que podía consumirse eran fránkfurts, palomitas y bocadillos. Ningún producto ‘healthy’ en un evento que rinde culto a una figura del deporte que seguro se alimenta mejor.

El 'show' recorre diversos aspectos que definen el fútbol de Messi: tenacidad, esfuerzo, constancia, velocidad, precisión. Valores también exportables al mundo del deporte y del circo. En el espectáculo hay desde bellas coreografías donde el movimiento se congela que aluden a la necesidad de un sólido equipo para marcar hasta números de increíble habilidad como esa gran exhibición de cuerda floja de Yang Huang que hipnotizó al público.

Messi aparece en filmaciones que se proyectan en dos enormes pantallas móviles rectangulares, que ayudan en las transiciones. En ellas aparecen tanto sus goles más espectaculares como algunas filmaciones realizadas para el 'show'. Intentar traspasar la tensión antes de un penalti a escena no es fácil, tampoco comparar al ídolo con un león para después emularlo con una pareja de acróbatas convertidos en felino. Su número no pasó volando precisamente, demasiado repetitivo.       

Elasticidad al límite

Pero hubo mágia, intensidad y sorpresa en muchos momentos. El tremendo contorsionista Mearg Kidu se quedó con el público en un número de flexibilidad extrema. Pese al humor -interpretaba a un jugador herido que se escapaba de los camilleros-, más de uno tuvo que cerrar los ojos ante el dolor que sentía solo de ver aquellas posiciones imposibles. Era capaz de poner la cabeza girada por completo en dirección opuesta al resto de sus miembros. Brutal. También impactaron los acróbatas que salían disparados desde un trampolín hacia el público haciendo mortales y giros para acabar atrapados en una red, como si fueran una pelota chutada al fondo de la portería.    

Como en un partido, hubo momentos para todo. Sorprendieron el endiablado ritmo utilizado para un número con varios artistas de cuerda vertical o las habilidades desplegadas por un 'crack' del diábolo, Chih-Han Chao. Aun así es difícil trasladar las emociones del fútbol a un escenario por más fuerte que suenen los himnos (entre ellos, ese del popular estribillo 'Ale, ale, ale' y el contagioso 'La, la, la' de Shakira y Carlinhos Brown).

El público del estreno, sentado en la grada roja y la grada azul, salió encantado con la propuesta. Pese a la gran calidad técnica de los artistas y la agilidad de las transiciones, a veces el espectáculo decaía, como en los 'scketches' de los 'clowns' o el número de trapecio dedicado a la familia que retrataba la soledad del astro cuando su compromiso con el Barça le alejó de los suyos. También el final pareció algo abrupto. Esa idea de que todos llevamos un 10 dentro no está suficientemente reforzada en este espectáculo dirigido por el coreógrafo británico Mukhtar O.S. Aún así, 'Messi10' es una espectacular oda a un 'crack'.