CRÓNICA

Ferran Palau, flotando en el Mercat de Vic

El miembro de Anímic presentó 'Kevin' en una jornada cuyo contrapunto lo puso la verbena irónica de Los Hijos del Trueno

Ferran Palau, en su actuación del jueves en el Mercat de Vic

Ferran Palau, en su actuación del jueves en el Mercat de Vic / periodico

Jordi Bianciotto

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Cuando se está en racha hay que aprovechar, y Ferran Palau vive días de máxima inspiración después de que la canción folk gótica de aquel primer disco en solitario, ‘L’aigua del rierol’ (2012), derivara en el pop de otra dimensión que asoma en sus últimos trabajos. Así, solo 18 meses después de ‘Blanc’, el miembro de Anímic ya tiene relevo, ‘Kevin’, un cancionero que verá la luz el 18 de octubre y del que ofreció un suculento adelanto este jueves en el Mercat de Música Viva de Vic.

‘Kevin’ sigue la senda de ‘Blanc’ con su sonido flotante, su manera de disponer las notas de modo que pase el aire entre ellas, y sus letras que insinúan estados mentales y flujos de energía. En el teatro Atlàntida, recorrió esas nuevas canciones perfeccionando si cabe las dinámicas con su acopladísimo trío: Joan Pons (batería), Jordi Matas (teclados) y Dani Comas (bajo). En el diálogo con Pons debe de haber alguna clase de fenómeno natural, ya que hablamos de sendas carreras paralelas, la de El Petit de Cal Eril y la suya, que se retroalimentan casi como si se tratara de un ente bicéfalo.  

Botando en cámara lenta

Hablamos de canciones pop, aunque de mínimos, que Palau entona evitando signos de afectación, con una linealidad clínica no exenta de emotividad. Música que parece que bote en cámara lenta sobre una cama elástica (‘Caic’) o que se quede suspendida mágicamente en el éter (‘Una llum’). Las notas justas y una electricidad estática intuida entre esos contornos melódicos de línea clara. Y culminando el repertorio, desvíos a ‘Blanc’ con tres canciones de cabecera, ‘Flor espinada’, ‘Res’ y ‘Serà un abisme’.

Lejos de esa canción inmaterial, en la Carpa Negra, jolgorio con los Hijos del Trueno, esa especie de orquesta de verbena situacionista que se han sacado de la manga Vicente Leone y Daniel Granados, de Tarántula, y a la que se suman probos instrumentistas como Guilem Caballero, exteclista de Els Surfing Sirles, y la inquieta violinista Sara Fontán. Foguearon las canciones de su próximo álbum de debut tirando de apropiación cultural sin manías (Gato Pérez, Paco Ibáñez, Ovidi Montllor) y culminando con su canción estrella, ya lanzada en ‘single’, ‘Derrumbao del faraón’, que comienza rumbera, absorbe un solo de sintetizador prog-rock y culmina con una jota despampanante que alentó los coros y danzas en el Mercat.