RING LITERARIO (5)

Hemingway contra Faulkner

Donde el mamado rollista sureño le afea a 'Papa' que escriba de modo comprensible, y el segundo contesta pegando donde más duele

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Kiko Amat

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En 1947, William Faulkner visitó la Universidad de Mississippi. Allí, los alumnos, tal vez intentando abortar los auto-ditirambos y las sofisterías de Gran Hombre de Letras que el viejo odre llevaba media tarde expeliendo, le pidieron (quiero creer que entre risillas y codazos) que hiciese una lista de MEJORES ESCRITORES DEL MUNDO ENTERO, y se posicionara en ella. Faulkner, quien, como casi todos los modernistas (menos BS Johnson), era un fatuo y tenía una idea exagerada de su propia importancia, se apuntó un humilde segundo lugar (del MUNDO). Acto seguido, en un quiebro de acongojado diapasón que solo se explica por la toña de mediodía, subió a Ernest Hemingway al podio (#4), pero únicamente para defecar sobre él: "No tiene coraje, nunca se ha puesto en una situación vulnerable. Jamás ha utilizado una sola palabra que pudiese mandar al lector en busca de un diccionario".

Hemingway no se enteró de nada de esto porque estaba demasiado atareado corriendo delante de señoras, pescando miuras y fornicando con atunes (o algo por el estilo). Además, en aquellos idílicos tiempos pre-Twitter las calumnias viajaban en carro de bueyes. La puya del rollista de New Albany alcanzó a 'Papa' cuatro años más tarde, en 1951, cuando estaba inmerso en 'El viejo y el mar'.

Tras escuchar el soplo del liante de turno, Hemingway no hizo lo que, por físico y temple, podría haber hecho perfectamente, que era irse a Hollywood a patear el cirrótico hígado del difamador. Nuestro hombre, quien llevaba media vida defendiéndose de las acusaciones de los críticos rancios de siempre, quienes le acusaban de tener el lenguaje sencillo y la barba espesa, se limitó a contestar: "Pobre Faulkner. ¿De veras cree que las grandes emociones surgen de las grandes palabras? ¿Cree que no conozco las palabras altisonantes? Las conozco de sobras. Pero hay palabras más viejas y simples, y esas son las que uso. ¿Has leído su último libro? Es todo escritura de borracho, claro, pero antes era bueno. Antes de la priva, o cuando aún la tenía bajo control".

Auch. Eso debió doler. Faulkner no ignoraba que, en los últimos años, "era más conocido por ser un adúltero y un borracho" (que decían en 'Balas sobre Broadway').

Cual niñato que escupe a los avestruces de Sigean desde el interior del Lexus, Faulkner aguardó a que Hemingway espichara en 1961 para responder. Cuando se enteró de que 'Papa' se había suicidado, el muy rata solo dijo: "No me gustan los hombres que toman la vía rápida".