ÓPERA

La Traviata se empodera en Peralada

El nuevo montaje de la ópera de Verdi con Ekaterina Bakanova acentúa la libertad de decisión de la protagonista

'La Traviata', en el Festival Castell de Peralada

'La Traviata', en el Festival Castell de Peralada. / periodico

Pablo Meléndez-Haddad

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‘La Traviata’ regresa al Festival Castell de Peralada (Girona). Una de las obras maestras del genio verdiano, de las más populares de todo el repertorio operístico, vuelve en dos funciones y en nueva producción con dirección musical de todo un especialista en el género italiano como es Riccardo Frizza y con el concepto teatral de Paco Azorín, que con su nueva mirada removerá la obra hasta sus cimientos.

Considerada una de las grandes intérpretes del personaje protagonista, la soprano rusa Ekaterina Bakanova se presentará en Peralada con un papel que debutó en 2013, en La Fenice de Venecia, precisamente dirigida por el maestro Frizza, y que también ha cantado en Florencia, Lisboa, Dresde, Londres, Verona, Astaná y Trieste. “Violetta es uno de mis roles favoritos, porque hay que interpretarla desde el corazón”, apunta la soprano, que en escena estará acompañada por el tenor René Barbera y por el barítono Quinn Kelsey, junto a la Simfònica del Gran Teatre del Liceu y al Coro Intermezzo.

Una Traviata de hoy en día

Bakanova ha tenido que enfrentarse en esta nueva producción ampurdanesa a una Violetta diferente, moderna, la de Paco Azorín, con la cual el director de escena huye del “insoportable punto de vista machista que revuelve el estómago” que es lo que, afirma, subyace en el libreto de la ópera. “El machismo lo representa un Giorgio Germont [el padre de Alfredo, amante de la protagonista] cargado de mentiras. Con ellas destroza la vida de Violetta. Ella, una cortesana parisina, es una mujer libre, y no solo se encarga de decirlo [en su aria ‘Sempre libera’] en el primer acto, sino durante toda la ópera; libremente, siempre decide lo que hace”. Una prostituta como protagonista de una ópera en pleno siglo XIX era toda una revolución teatral cuyo drama también se vive hoy, en pleno siglo XXI. “Creo que en los momentos que vivimos es absolutamente necesario darle un giro a la obra y apostar por una lectura desde la óptica de la protagonista”, continúa Paco Azorín, “transformando a Germont en el enemigo y luchando contra la visión machista y opresora que designa a esta mujer luchadora como una extraviada, una perdida”. Por ello no duda en definir su propuesta como “feminista”, porque quiere empoderarla a Violetta como se merece.

"Creo que en los momentos que vivimos es absolutamente necesario darle un giro a la obra" 

Paco Azorín 

— Director de escena

El director de escena regresa a Peralada para seguir desarrollando un tríptico verdiano que comenzó en este escenario con ‘Otello’ y que concluirá el próximo verano con ‘Aida’. “Estéticamente todo va por la línea contemporánea que me caracteriza, en el que también hay un potente apartado audiovisual con proyecciones que ayudan a narrar la acción”. La sorpresa llegará con la participación de 10 acróbatas “que estarán en diversas escenas creando una segunda lectura pero en altura, por encima de los protagonistas, en un interesante trabajo que dará al montaje un valor añadido”.

Profundizar en el rol

Ekaterina Bakanova tiene a Violetta en el centro de su repertorio. Ante el personaje posee “una actitud especial, porque tuve la suerte de preparar el papel con grandes directores”. La cantante rusa, en todo caso, aprovecha cada nueva producción para profundizar en sus personajes, “para encontrar nuevos matices y acentos dramáticos”. Comenzó su trayectoria en Moscú en el año 2000 como la temible Reina de la Noche de ‘La flauta mágica’ y en mayo debutó ante el público del Liceu de Barcelona en ‘Les pêcheurs de perles’, donde obtuvo un considerable éxito. En España ya se la conocía, porque en 2008 había ganado el Concurso de Canto de Bilbao y, años después, en 2017, cantó el papel de Micaëla de ‘Carmen’ en Valladolid. También debutará el próximo curso en el Teatro Real de Madrid, siempre con ‘Traviata’. Para ella es ‘un gran honor’ cantar en España porque sus grandes ídolos operísticos eran de aquí: Victoria de los Ángeles y Montserrat Caballé.

"Violetta se desarrolla y se transforma en el transcurso de la ópera reflejando a una mujer libre"

Ekaterina Bakanova

— Soprano 

Su repertorio de soprano lírica bebe sobre todo de Mozart, Massenet y el ‘bel canto’ romántico en general, y considera que Violetta es una mujer que ella comprende y con la que empatiza. Le atrae su personalidad y su carácter, que le permiten además un gran trabajo en el aspecto actoral, ya que, afirma, “ella se desarrolla y se transforma en el transcurso de la ópera reflejando a una mujer libre”. También reconoce que al interpretarlo hay rasgos propios que traslada al personaje. “Un artista aporta al rol aspectos de su vida, de las experiencias vividas y con eso enriqueces a tu personaje”, sobre todo porque se trabaja con un instrumento, la voz, que refleja los estados de ánimo internos del intérprete. Está de acuerdo en la dificultad que siempre se le ha asignado al papel, porque, dice, “te exige casi tres voces diferentes y pasa de los sobreagudos y la agilidad del primer acto a un plano muy dramático en el tercero. Verdi, en todo caso, escribió muy bien la partitura”, permitiéndole sentirse cómoda al afrontarla.

La obra subirá al escenario del Festival de Peralada el 5 y el 7 de agosto y completan el reparto Vicenç Esteve como Gastone, Carles Daza como el Barón Douphol y Stefano Palatchi como el Dr. Grenvil.