CRÍTICA DE CINE

'El año de la plaga': ultracuerpos en Barcelona

La adaptación de la novela de Marc Pastor mezcla humor, terror, 'survival movie' y romance a través un batiburrillo de referencias a la cultura popular que terminan configurando una desprejuiciada serie B

Un fotograma de 'El año de la plaga'

Un fotograma de 'El año de la plaga'

Beatriz Martínez

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Si una película comienza haciendo alusión de manera explícita al concepto de 'spoiler' (más tarde al del 'remake'), ya sabemos desde el primer momento que nos encontramos en el territorio de la autoconsciencia metacinematográfica. ‘El año de la plaga’ adapta la novela de Marc Pastor con el suficiente desparpajo como para mezclar humor, terror, 'survival movie' y romance a través de todo un batiburrillo de referencias a la cultura popular que terminan configurando una desprejuiciada serie B en la que la complicidad del espectador resulta fundamental. Como un ‘Zombieland’ (cutre, pero resultón) con ultracuerpos en una Barcelona apocalíptica y deshumanizada.