APUESTA POR LA CLARIDAD

Roger Mas: "Los músicos de jazz tenemos que dejar de pensar que somos nuestro propio público"

El pianista presenta dos discos en el Festival Jazz Vic

icult  el pianista roger mas

icult el pianista roger mas / periodico

Roger Roca

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"Un solo mío funciona paso a paso, como si te contara cómo cocinar un arroz: primero los ingredientes, luego el sofrito…" A Roger Mas -el pianista de jazz, no el cantautor- le interesa la claridad. Y se le da bien. La ha puesto en práctica en el primer disco a piano solo de su carrera, 'Segles lligats', que presenta el jueves (Jazz Cava, 22.00 horas) en la inauguración del 21º Festival Jazz Vic. Quizás esta preocupación por hacerse entender le viene de sus horas de vuelo como docente. Su madre, por miedo a que no tuviera "una mochila para parar el golpe" si se dedicaba al incierto mundo del jazz, insistió en que además de música estudiara una carrera. Mas eligió magisterio musical, y durante años, además de ejercer de pianista, ha sido el director del departamento de jazz del Conservatori del Liceu, donde aún es profesor.

También puede que esta inclinación por las ideas claras y bien perfiladas venga de su temprano amor por Prince. "Me gustaban esas producciones que hacía por capas: el bajo, la batería, las voces..." Le pegó tan fuerte que de muy joven se plantó en las oficinas de las grandes discográficas con toda la inocencia del mundo y una maqueta de música funk que había grabado él solo en su casa. "¿Pero tú tienes banda? Búscate un grupo, vuelve y hablaremos", recuerda que le dijeron.

No volvió nunca a esos despachos. Descubrió el jazz, se metió de lleno en él y desde hace más de una década es uno de los pianistas más sólidos y respetados de la escena. Está en la agenda de quienes buscan a un pianista fiable, es miembro del grupo del bajista Carles Benavent y aunque ahora se prodiga poco como líder, cada tanto da salida a alguna de sus propias inquietudes. "Veo que en cada proyecto tengo una voz distinta. Es algo en lo que insisto a los estudiantes: la polivalencia, adaptarse a estilos y personas distintas. Es lo mejor que tenemos como músicos. Porque un conservatorio es una olla", remata en otra metáfora gastronómica. "Tú eres la cebolla, el otro la zanahoria, el de más allá el pollo... Formas parte de ese caldo".

El impacto del directo

Mas ha publicado dos discos casi al mismo tiempo. 'Segles lligats', publicado por la discográfica que creyó en él desde el principio de su carrera, Fresh Sound New Talent, es una apuesta por hacer una música "no tan complicada". Son composiciones melódicas y claras, moldeadas por su vida familiar. "Tocando y componiendo en casa tengo un 'feedback' interesante. Si por ejemplo mi madre o mi suegra me dicen 'oye, qué bonito es esto', veo que ahí hay algo. Los músicos de jazz tenemos que dejar de pensar que somos nuestro propio público". Y ha comprobado que en directo funciona. "La gente sale muy contenta. En estos conciertos a piano solo vendo más discos que nunca", dice. Hay pocos espacios para estas músicas, pero está convencido de que la gran baza del jazz sigue siendo el cara a cara con el público. "A mi mujer, por ejemplo, hay discos que no le puedo hacer escuchar en casa. Pero en cambio viene a un concierto conmigo y la música le apasiona. El impacto del directo es lo que nos puede mantener con vida".

También en el festival de jazz de Vic, el 11 de mayo, presenta otra grabación reciente. 'The call from the past' es un disco de reencuentro con dos antiguos compañeros, el batería Marc Ayza y el contrabajista Tom Warburton. Durante años formaron un potente trío que entonces lideraba el batería, y ahora la dirección la marca Roger Mas. El concierto forma parte de una jornada dedicada a la discográfica independiente UnderPool, hogar de las nuevas generaciones de músicos locales de jazz.