LOS ANTECEDENTES DE UN GRUPO QUE MARCÓ ÉPOCA

King Crimson: de Hyde Park al Vallès

La banda, pionera del art-rock, debutó en España en 1973 con dos conciertos en Granollers, no lejos del circuito de Montmeló, donde actuará el próximo julio

Una imagen del grupo King Crimson, en los 70

Una imagen del grupo King Crimson, en los 70 / periodico

Jordi Bianciotto

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 Decía Neo Sala esta semana que quizá estaba "predestinado" que el Doctor Music Festival acabara en el Circuit de Barcelona-Catalunya, Montmeló, después de tener que descartar su ubicación histórica en Escalarre. Por lo que respecta a King Crimson, el cambio tiene gracia: fue en la vecina Granollers donde el grupo actuó por primera vez en España, el 27 y 28 de noviembre de 1973, por obra y gracia de Gay & Co. Y en esa ciudad se había celebrado dos años antes el pionero Festival de Música Progresiva.

Nada sabe Jakko Jakszyk, actual cantante del combo de Robert Fripp, de los remotos hilos que relacionan al rock progresivo con el Vallès Oriental, pero en aquella época él era una adolescente cuyo vecino "ponía todo el día a King Crimson y canciones como '21st Century schizoid man'", recuerda, y de ahí, apunta, su proximidad al sentido estilo vocal de Greg Lake. Todo, o casi, lleva a Jakszyk al mundo de King Crimson: su esposa, y madre de sus dos hijos, es la modelo Amanda Giles, hija del que fuera primer batería del grupo, Michael Giles.

Estreno entre multitudes

Aquel primer King Crimson se estrenó a lo grande, en Hyde Park, Londres, el 5 de julio de 1969, ante medio millón de personas, concierto encabezado por los Rolling Stones (en el que presentaron guitarrista, Mick Taylor). Su debut, ‘In the court of Crimson King’, lo colocó en la vanguardia de un rock psicodélico, o art-rock, bañado en sonidos de melotrón y textos fantasiosos de Pete Sinfield. Pero el paulatino liderazgo de Fripp pronto encaminó al grupo hacia nuevos retos: la mística hippie de ‘Islands’ (1971, con la pieza ‘Formentera lady’) o las aristas vanguardistas de ‘Red’ (1974), influyentes en ismos futuros, del post-punk al metal pasando por el post-rock, el math-rock o, desde luego, el prog-rock (etiquetas de las que Fripp se cachondeaba ayer en Londres).

Tras un periodo de hibernación, el grupo despertó con su trilogía de los 80 (concierto en el estadio Narcís Sala, agosto de 1982, compartiendo cartel con Roxy Music), y de nuevo en los 90 (la formación conocida como el ‘doble trío’) y entrado el nuevo siglo (reencuentros en Zeleste y en el Poble Espanyol). Pero la banda actual se distancia de la era asociada al cantante y guitarrista Adrian Belew. El estilo de Jakko Jakszyk es distinto: actitud vocal serena y discreción escénica, sin atisbos de ‘front-man’.

A Jakszyk, la devoción por King Crimson le viene de lejos: fue cantante de la agrupación de exmiembros 21st Century Schizoid Band. El punto débil de la banda actual es el material nuevo: Fripp saldó con un estridente y aliviado “¡no!” la pregunta de si planeaba un disco de estudio, si bien en directo suena material fresco. "Tenemos unos 45 minutos de música nueva que podemos tocar, canciones como ‘Meltdown’", apunta Jakszyk en alusión al título de su disco grabado en directo en el 2017 en México. Material que quizá suene en el regreso a su comarca fetiche del Vallès.