ENTREVISTA

Pau Vallvé: "No hay nada más triste que ponerte por encima del público"

El músico barcelonés ofrece su cancionero más luminoso y reconfortante en 'Life vest under your seat', disco que presenta este jueves en Apolo

Pau Vallvé, en una imagen promocional

Pau Vallvé, en una imagen promocional

Jordi Bianciotto

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En su nueva obra, ‘Life vest under your seat’, Pau Vallvé se sirve de la canción para salir en ayuda emocional de personas cercanas en apuros. Un disco que presenta este jueves en Apolo (20.30 horas; abrirá Marta Knight), acompañado de Darío Vuelta (bajo y ‘samplers’) y Víctor García (batería).

Su anterior lanzamiento, ‘Abisme, cavall, hivern, primavera i tornar’ (2017), fue un atrevido disco doble. ¿Cuál es el balance de la operación?

Pues me sirvió para reconciliarme con los discos dobles, que odiaba porque yo suelo ser partidario de resumir. Pero ahí me di cuenta de que no todas las canciones tienen porque ser temazos, que algunas sirven para ir de una a otra.

En el nuevo, ‘Life vest under your seat’, ¿ha querido ir más al grano?

Aquí quería hacer algo muy directo, tanto en letras como en música. Es un disco que ha salido solo, el parto más fácil de mi vida. Y está planteado más en positivo, dando soluciones más que planteando problemas, también porque los problemas no son míos, sino de otras personas.

¿Figuras cercanas necesitadas de apoyo moral?

Situaciones que me he encontrado ayudando a personas que tengo cerca y que me tocaban. De rebote, a través de esos problemas, he acabando hablando de mí. Es un disco más amable, no tan dramático como otros. Aporta soluciones.

En ‘Oclocràcia’ pide “un brindis per les persones que viuen constructivament”, pero al mismo tiempo recita una retahila de reproches al mundo: “Reality shows, obsolescència, / escala de Richter, i immobiliàries...”.

Sería muy raro que un disco mío no hablara de lo que está pasando. ‘Oclocràcia’ enumera todas estas cosas que nos restan y el estribillo dice lo contrario. Una canción descarada, sí. Hay muchas cosas que me molestan, pero aquí preferí hablar de todo aquello que tiene como hilo conductor a la mala fe: la corrupción, el acoso... La canción lo engloba todo.

"Yo voté el 9-N y el 1-O, y soy del sí, pero de un sí en el que no me gusta comérmelo todo a ciegas y sin protestar. Prefiero apoyar a los ‘jordis"

No se ha caracterizado por alinearse con el ‘procés’, pero en ‘Quina sort’ cita al Rey y al poder judicial.

Hombre, sí que me he mojado, pero, por desgracia, hay una parte de la consigna independentista en la que no estoy de acuerdo, la de la derecha. Ahí discrepo. Y prefiero denunciar lo que veo más puro, como la libertad de los presos.

¿Es más del 3-O que del 1-O?

Yo voté el 9-N y el 1-O, y soy del sí, pero de un sí en el que no me gusta comérmelo todo a ciegas y sin protestar. Prefiero tocar en la Model el día del ‘No callarem’ o apoyar a los ‘jordis’. Dando apoyo a la derecha catalana no me encontrarán. No me gusta sumarme al discurso que lo perdona todo. Prefiero separar entre derechas y izquierdas, entre 99% y 1%, que entre independentistas y no independentistas, porque aquí tanto en un bando como en otro hay gente con la que no estoy de acuerdo.

¿Las canciones son un chaleco salvavidas?

‘Life vest under your seat’ fue la primera que salió y abrió el camino de lo que sería el disco. Y que no se entienda mal: el mensaje no es “la solución está en tus manos” sino que debes dejarte ayudar. Aunque el primer paso, coger el chaleco, tienes que darlo tú. Aquí había una persona muy importante para mí que estaba muy mal y que no se dejaba ayudar. Y sin dejarte ayudar no hay solución posible. Esta canción fue especial porque cuando se la enseñé conseguí que reaccionase y eso para mí fue muy importante.

¿Pensó más en la persona que quería ayudar que en el oyente?

Respeto muchísimo al oyente pero cuando hago una canción no pienso en él. La canción no está pensada para que le guste. Si no, quizá explicaría más las cosas. Para mantener mi intimidad trato de hablar más de las sensaciones que de la cosa en sí. Sin prensa rosa.

"Soy de la primera generación que ya no triunfó con la música y que nació en internet. Sin sitios como MySpace no estaría donde estoy"

Al mismo tiempo mantiene un diálogo con sus seguidores en las redes. ¿Le gusta establecer una forma de comunidad con ellos?

Soy de la primera generación que ya no triunfó con la música y que nació en internet. Sin sitios como MySpace no estaría donde estoy. Y tenemos una relación muy asumida con las redes. Pero el rollo de vender tu producto y de hablar en tercera persona, cuando las redes las llevas tú, no me va. Me apetece hablar de lo que me hace ilusión: “estoy contento porque en Radio 3 han puesto el disco”, por ejemplo. Así supongo que la gente te ve más como persona que como ídolo. Porque no hay nada más triste que estar separado de la gente a quien le gusta lo que haces, ponerte por encima del público.

Su lenguaje musical tiene un aspecto consolidado: esa mística musculosa, esos coros con tendencia a la épica.

Sí, con las voces de mi gente, de los amigos con los que me veo cada día. Me hace ilusión que formen parte de las canciones y de los vídeos.

Toca todos los instrumentos.

Siempre. No soy ni el mejor bajista ni nada, pero ese es mi espacio para jugar. Me gusta tener muy claras las canciones y no tener decidida la orquestación. El momento del juego es el más bonito. A veces me dicen que si tuviera más músicos, o un productor, quizá el disco sería más rico o llegaría a otros lugares, y  mi respuesta es que la gracia está en hacerlo todo yo. Luego, en directo, las canciones crecen: ‘Un gran riu de fang’, por ejemplo, ahora me parece hortera y estridente en su versión de estudio, me gusta más la del directo.

‘Signat’ es de lo más pop que ha hecho. ‘Beatle’, incluso.

¡Los Beatles son mi grupo de cabecera junto con Radiohead! Esta canción no iba en el disco, es súper-cursi y la hice para mi sobrina, cuando nació, y se la regalé. Le cogí mucho cariño y decidí ponerla en el disco. Al final sale ella y todo.

"En el último año, Angel Olsen me ha trastocado. Y eso que lo suyo es sencillo, música que ya se hacía en los años 50, 60, 70..."

En cambio, ‘Cada infern un dau’ es muy convulsa.

Sí, ahí está todo elegido para que se intuya algo oscuro, aunque los estribillos son triunfales. Es de las canciones de las que estoy más orgulloso. Ahí está todo ese jazz oscuro que me gusta, convertido en distorsión y en batería. Aunque no creo que sea la canción que más guste a todo el mundo.

¿Diría que ha incorporado nuevas influencias musicales en los últimos tiempos?

En el último año, Angel Olsen me ha trastocado. Y eso que lo suyo es sencillo, música que ya se hacía en los años 50, 60, 70... Pero me quedé muy atrapado con ‘Phases’, el disco de las caras B. Sus discos principales no me interesan tanto. Y creo que hay algo de esas canciones country a guitarra y voz que se destila en mi disco.

Su carrera sigue un proceso lineal sin giros formales bruscos. No es, por ejemplo, un Mazoni, que puede hacer un disco electrónico y luego otro a voz y guitarra acústica.

Pero hace años que tengo ganas de hacer tres cosas. Primero, un disco a guitarra y voz, como las giras que hago por Europa. Luego, uno electrónico con Darío (Vuelta), el bajista. Y volver a hacer un disco de metal, o cañero, tocando la batería. Porque yo vengo de allí, de Experiment Zero, un grupo en el que estaba Jordi Lanuza, de rollo Korn y Deftones, con el que sacamos un disco en 1998.

¿Se ve siguiendo en esto con 50 años o más allá?

Hombre, si me dejan, sí. A mí me encanta. Soy muy fan de Jorge Drexler, por ejemplo, no solo porque me gusta lo que hace, cómo trata a la gente y cómo entiende el proyecto políticamente, sino porque sigue reinventándose y haciendo cosas nuevas. Esa es la clave.