Marialluïsa: "Tus problemas no son tan graves como crees"

Han bastado cinco canciones, las del epé digital ‘Pren-t’ho amb calma’, para que Marialluïsa se sitúe en el mapa de una enigmática tendencia musical catalana, el pop metafísico, de la que El Petit de Cal Eril y Ferran Palau son altos exponentes. Etiqueta que este grupo de Igualada con nombre de infusión asocia a un estado mental sereno y volcado hacia adentro. "Tus problemas seguro que no son tan graves como crees: relativiza las cosas", aconseja su cantante y guitarrista, Pau Codina Oliva.

El grupo nació hace apenas un año y poco tiempo después mostró sus canciones a Joan Pons (El Petit de Cal Eril), que le dio la bienvenida al club. "Nos dijo que era el primer disco que oía que sonaba a pop metafísico sin haberlo grabado ni Ferran Palau ni él", revela Codina, todavía asombrado. Su historial se reduce a un concierto para los amigos y a otro más formal, el pasado 16 de marzo en el primer Festival del Pop Metafísic, en Ponts (Noguera). Ahí, el cuarteto, completado por Carles Guilera (guitarra y teclados), Andreu Dalmau (bajo) y Pol Mitjans (batería), compartió cartel con El Petit, Palau, Núria Graham y Germà Aire. El bolo de este jueves en Heliogàbal será, pues, el tercero de su historia, y las entradas están agotadas desde la semana pasada.

Un fondo de crítica social

Sí, el pop metafísico parece ser algo más que una broma privada y Marialluïsa se acoge con gusto a su mística balsámica. Sus canciones, como ‘Fred o calor’ (acompañada de un vídeoclip que remite a los años 70), no cuentan historias sino que transmiten "sensaciones", al tiempo que deslizan "un punto de crítica social", apunta Codina, convencido de que "no podemos vivir así de estresados; debemos tomarnos las cosa con más calma".

Pero hay que decir que cuando Marialluïsa cobró forma la etiqueta apenas comenzaba a circular y no llegaron a tenerla en cuenta. Codina, con sus canciones, se entendió "muy rápidamente" con sus tres cómplices sin todavía pronunciar la palabra ‘metafísico’. "Sabíamos bien adónde íbamos". Piezas de ‘tempo’ pausado, instrumentaciones crípticas, secuencias ensoñadoras y armonías que tensan la noción ordinaria del pop. Entre sus referentes, además de esta última escena catalana (incluyendo a La Iaia), hay peculiares figuras pop internacionales como Andy Shauf, Timber Timbre y Mac DeMarco, y huellas de otras generaciones, de Pink Floyd a Pau Riba. "Y los Beatles: ahora vemos que en lo suyo hay mucho de pop metafísico".

Tras lanzar el epé digital (que en los conciertos venden en forma de caja con el código de descarga, libreto y una bolsita con hojas de María Luisa), el grupo prepara su primer disco largo. "Ya tenemos diez canciones y muchas ganas de enseñarlas a todo el mundo y de que el pop metafísico no se quede en algo cerrado, de secta", suspira Pau Codina Oliva, feliz ante el goteo de conciertos que registra su agenda. "13 o 14 cerrados", anuncia. Sesiones en las que, atendiendo a la noción de pop metafísico, se espera que el público "cierre los ojos, se desprenda de su cuerpo y no piense en nada".