El Barcelona Guitar Trio and Dance rinde homenaje al genial Paco de Lucía

La semana que viene, más concretamente, el lunes, se cumplen cinco años de la desaparición de uno de los mejores guitarristas de la historia, Paco de Lucía. La mejor manera de recordarlo es escuchando su música, repleta de virtuosismo y magia, y esta noche podemos hacerlo de la mano de tres excelentes guitarristas de diferentes estilos acompañados por dos bailarines y un percusionista (Paquito Escudero) en un recital que incluye música de Falla, canciones de García Lorca y hasta una pieza de Chick Corea. El espectáculo se titula Homenaje a Paco de Lucía, está interpretado por el Barcelona Guitar Trio & Dance y podrá verse en diversas fechas en los próximos meses hasta finales de año.

El repertorio está compuesto por canciones que el genial guitarrista interpretaba habitualmente en sus conciertos o en su entorno más íntimo, pero también hay alguna que otra sorpresa. El montaje arranca con un tema inesperado, el célebre Libertango de Astor Piazzolla, que se hizo muy popular en los años 80 en la versión de la cantante y actriz Grace Jones en el que intervienen los tres guitarristas, los bailarines y la iluminación juega un papel muy importante. El siguiente tema son unos panaderos flamencos, una variante bailable de la seguidilla, que supone el primer solo de guitarra, a cargo de Xavier Coll.

Del maestro Rodrigo a Chick Corea

El siguiente tramo del concierto arranca con un clásico entre los clásicos, el Concierto de Aranjuez del maestro Rodrigo del que se interpretará el popularísimo Adagio. Éste será otro de esos momentos de máxima atención y emoción con Manuel González, fundador del grupo. Luis Robisco toma la guitarra y los bailaores le siguen con las palmas con Callejón del muro enlazada con Aires de Jerez, mientras el bailaor José Manuel Álvarez hace un solo memorable que acaba por entusiasmar al público del Palau. Para continuar, otra pequeña joya de estilo radicalmente diferente, Spain, de Chick Corea que el músico de Algeciras había tocado en formato de trío con otros genios de las seis cuerdas como John McLaughlin y Al Di Meola. La versión que se ofrece incluye dos guitarras y percusión.

El siguiente número es de los más conocidos, las danzas de Manuel de Falla, con el trío, los tres tenores , en escena, y la percusión. Interpretan la Danza de la vida breve (de El sombrero de tres picos) y el Ritual del fuego (de El amor brujo). El próximo apartado del recital se centra en otras composiciones creadas por De Lucía que se inicia con la deliciosa Canción de amor, una pequeña maravilla que vale la pena escuchar atentamente para apreciar todos los matices de sus notas. La luz se hace más tenue y Álvarez y la bailarina Carolina Morgado con el típico mantón se adueñan del escenario. Esta melodía estaba incluida en su disco Zyryab, que data de 1990 y seguirá con el tema que daba título al elepé, que destaca por su fusión del flamenco con el jazz.

Lorca y la apoteósis con 'Entre dos aguas'

Antes de entrar en el tramo final, uno de los momentos más divertidos, ya que los músicos juegan con el público y le dan al espectáculo unos toques de humor musicales.  García Lorca será el protagonista de los siguientes minutos con la interpretación de algunas de sus canciones populares. El guitarrista contaba tan solo 18 años cuando, junto a Ricardo Modrego, adaptó la obra musical lorquiana escrita en los años 20.

El programa regular finaliza, pero aún nos reserva algún instante que nos dejará con la boca abierta y es que los bises se abren con una popular canción pop-rock sin relación alguna con el guitarrista. Más de uno se estará preguntando a estas alturas… ¿Y Entre dos aguas? Es el último tema, la imprescindible rumba que lo dio a conocer en todo el mundo y que se convirtió en su tema más representativo para que el final sea totalmente apoteósico.

El Barcelona Guitar Trio ha realizado hasta la fecha más de 800 conciertos, con o sin baile, y a sus montajes han acudido más de 720.000 personas, prueba de que el auditorio sale satisfecho… y hasta repite. Un tributo más que merecido a un genio al que siempre echaremos de menos.