crónica

Javier Perianes hechiza el Palau

El pianista español ofrece un impecable '3º concierto' de Beethoven con la London Philharmonic Orchestra

zentauroepp28029151 icult190217171443

zentauroepp28029151 icult190217171443 / periodico

Pablo Meléndez-Haddad

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un Palau de la Música Catalana con una altísima ocupación recibió ayer sábado el regreso a Barcelona del pianista de Huelva Javier Perianes y del director vasco Juanjo Mena, esta vez en el ciclo BCN Clàssics y al mando de la London Philharmonic Orchestra, parte de una gira que acabará en el Royal Festival Hall de la capital británica en la que Perianes figura como estrella de los cinco conciertos para piano de Beethoven, todo un hito. Y bien merecido, porque Perianes es un virtuoso que sabe comunicar con cada obra llevándosela a su terreno, siempre acentuado por su espíritu romántico. En esta cita barcelonesa, regaló una contrastada y sentidísima versión del 'Concierto Nº 3 para piano y orquesta, en Do menor, Op. 37' del genio de Bonn, dominándolo desde la primera a la última nota, con una digitación de experto, mostrándose seguro y lírico en las 'cadenzas', con un movimiento lento de una sensibilidad tal que su enfoque –que iba a conjunto con el 'Nocturno' de Chopin que regaló de propina– por momentos casi llegó a desdibujar la melodía al dejarlo detenido en el tiempo construyendo pura poesía. Ojalá Barcelona pudiera acoger algún día su integral de los conciertos beethovenianos que los londinenses tendrán el privilegio de disfrutar.

Patrimonio local

Pero la obra de Beethoven no depende solo del solista, ni mucho menos: un director concertador es más que necesario, y Juanjo Mena –hoy titular de la BBC Philharmonic–cumplió con su cometido protegiendo al solista de excesos de decibelios y consiguiendo con él una comunicación íntima. La London Philharmonic se mostró conocedora del sonido beethoveniano al brillar con una cuerda tan efectiva como aterciopelada. Sin embargo, estuvo a años luz de distancia de lo exhibido en la pieza que abrió el programa, la obertura del ballet 'Alphonse et Léonore ou l’amant peintre' del catalán Ferran Sor, una pieza deliciosa, ligera y elegante, bien defendida por un Mena con espíritu de metrónomo pero de sonido áspero y en la que, al menos la cuerda, le costó alzar el vuelo hasta que no se reexpuso la introducción. Como ya se sabe, BCN Clàssics siempre incluye una obra del catálogo de la editorial Tritó proveniente del patrimonio musical local.

La segunda parte de la velada estuvo dedicada a una 'Sinfonía Nº 39 en mi bemol mayor, K. 543' de Mozart de equilibrado sonido y en la que Mena subrayó el estilo galante que, desde el primer movimiento, inunda toda esta pequeña obra maestra.