CRÍTICA DE CINE

'Velvet Buzzsaw': arte peligroso pero menos

Dan Gilroy y Jake Gyllenhaal se reúnen en un thriller satírico cuya premisa pedía más locura visual

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Velvet Buzzsaw' (2019)

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Velvet Buzzsaw' (2019) / periodico

Juan Manuel Freire

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Unos años después de 'Nightcrawler', el director-guionista Dan Gilroy ofrece otra sangrante (nunca mejor dicho) crítica de la avaricia capitalista, cambiando el paisaje de los medios de comunicación por el del arte contemporáneo. Repite con Jake Gyllenhaal, al que reserva ahora el papel de otro crítico deleznable más del cine moderno, otro ente sin verdadera utilidad ni tanta perspicacia como quiere aparentar. No somos nadie. 

Este crítico de arte tiene de villano incluso el nombre: se llama Morf Vanderwalt y sus críticas destruyen vidas, literalmente. Se pasa el día criticando, no solo piezas de arte sino también la piel de su examante Josephina (la buscadora de hypes encarnada por Zawe Ashton) o el ataúd de un funeral. Ya no espera asombrarse ante nada, pero la obra de un vecino muerto de Josephina le deja sin defensas y se las agencia para escribir un libro sobre el misterioso artista. Cuanto más indaga, menos querría saber. Entonces empieza a caer gente.

'Velvet Buzzsaw' es un irregular dos por uno, a la vez sátira sobre las turbias intrigas del mundo artístico y slasher sobrenatural con un puñado de obras de arte (entre ellas, una esfera metalizada muy 'Phantasma') como amenaza asesina. La parte cómica es más exitosa, aunque Ruben Östlund supo morder más fuerte sin enseñar tan claramente los dientes en 'The square'.

El ángulo puramente fantástico de 'Velvet Buzzsaw' pedía a gritos un director más demente que eficiente, más devoto de… ¿el expresionismo abstracto? Duele imaginar lo que podría haber sido esto de haber aportado su toque mágico un Nicolas Winding Refn o un Guy Maddin, o puestos a soñar, Lynch. Así, se queda en arte peligroso pero menos.