Fira de Gran Via: última oportunidad para los Reyes Magos

Esta noche es la noche. Ha llegado el momento, ya no hace falta esperar más. Quien más quien menos (no solo los niños) hoy se irá a dormir con nervios esperando la llegada de los Reyes Magos. ¿Qué me traerán? ¿Tendré el regalo que he pedido? Melchor y compañía suelen ser previsores pero, claro, con tantos y tantos pequeños y grandes a los que obsequiar, es posible que hayan ido un poco justos de tiempo y aún les falte algún pequeño detalle para rematar el lote. Queridos Reyes Magos, no temáis, os vamos a dar la solución…

Durante toda la noche os podéis acercar la Gran Via de Barcelona donde encontraréis unos 200 puestos con todo tipo de regalos y podéis ir hasta bien entrada la madrugada, ya que están abiertos hasta las 5 o las 6 de la mañana… Esta feria ocupa esta gran arteria de la ciudad desde Muntaner hasta la confluencia con Calàbria y está dividida en cinco grandes sectores, algunos de ellos intercalados: juguetes, regalos, artesanía, feriantes y churrerías.   

Juguetes de todo tipo y una campaña solidaria

Si empezamos en Muntaner nos encontraremos en primer lugar con los 58 puestos de juguetes, que llegan hasta Villarroel. Allí hallaremos de todo tipo: de madera, diseño, educativos, de primera infancia, de plástico, muñecos y muñecas, así como vestidos hechos a mano para ellos, patinetes o bicicletas. Para los pequeños más presumidos también ofrecen algunos artículos de bisutería infantil, colgantes y pulseras que van cambiando de colores, la última moda. Los amantes de los prestidigitadores también están de enhorabuena, ya que hay exhibiciones de juegos de magia y diversos modelos de la regla mágica.

Otras opciones originales son los juguetes antiguos de metal como un precioso tiovivo, o unos cisnes de cristal.  Igualmente podemos encontrar los que salen en los anuncios de la tele y algún que otro puesto con golosinas típicas de los Magos o el odiado carbón. Pero de todos los stands nuestro favorito es el solidario, que se dedica a la recogida de juguetes para los niños ingresados en el Valle d'Hebrón. Se trata de la campaña “Un juguete, un regalo. Ningún niño sin juguete” que hoy tendrá lugar entre las 8 y las 10 de la noche y contará con unos invitados muy especiales, los Star Pops de Girona, que irán disfrazados como los personajes de las películas de Star Wars que gustan por igual a los niños y a sus padres.

Artesanos y feriantes

Entre Urgel y Calabria se sitúan los puestos de regalos, nada más y nada menos que 168, y los de artesanía que son unos 40. Entre otros artículos podremos comprar bisutería, plata, joyería bizantina, bolsos de piel o de cuero, ropa, bufandas, juguetes artesanos, detalles egipcios, cinturones o jabones artesanos. También hay juegos de madera, de habilidad, rompecabezas y podremos descubrir el significado de nuestros nombres o la heráldica de nuestros apellidos, ¡a ver si al final resulta que tenemos antepasados de Invernalia…!

Los feriantes tradicionales cada vez son menos, pero se agradece que sigan existiendo y manteniendo viva la ilusión. Este año hay una quincena que se concentran entre Urgell y Villarroel. Nos ofrecerán chocolates, carbón, artículos de broma, algunos juguetes, muñecos de bebé o muñecas artesanas, bolsos, carteras, disfraces y hasta artículos que harán las delicias de los más independentistas.

Los churros no pueden faltar

Otro sector que mantiene la llama de la tradición es el de los churreros, con 11 representantes que están repartidos estratégicamente por toda la Gran Via. Estos sí que fueron los primeros food trucks de la historia. En algunos casos, se trata de la tercera generación de una familia que se establece en esta feria. Tienen churros con chocolate, ¡faltaría más!, pero también chuchos de crema, nata o dulce de leche, porras, pastas o alfajores, hay que irse adaptando con los años. Y también snacks, patatas, ganchitos o cortezas para entretenernos comiendo algo mientras damos una vuelta.

La Gran Via se convierte esta noche en el gran after hours de Barcelona. Los más veteranos cuentan que lo habitual es asistir a la Cabalgata y, cuando ésta acaba, empezar a recorrer la calle. Se empieza el paseo con el chocolate con churros y se sigue con el roscón de Reyes. Ah! Y otro elemento que no cambia con el tiempo, hay que pasar por delante de la pastelería Escribà y tocar la campana. No hay peligro, suena toda la noche y los vecinos nunca se han quejado. ¡Buenas noches a todos y feliz despertar!