CRÍTICA DE CINE

'Yuli': ser libre para reivindicar las raíces

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Yuli' (2018)

Tráiler de 'Yuli' (2018) / periodico

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Son muchas las películas de Icíar Bollaín Icíar Bollaínen las que late el enfrentamiento entre libertad y represión. En esta ocasión, la directora utiliza la vida del bailarín Carlos Acosta para componer un relato que va más allá de la mera autobiografía. En ‘Yuli’ se habla de muchas cosas, entre ellas del sentimiento de inferioridad racial y la lucha por escapar de él, pero sobre todo la película gira en torno al conflicto identitario, el que sufre el protagonista desde su infancia a partir del momento en que es obligado por su progenitor a estudiar danza como un medio para dar la espalda a la miseria que les rodea. 

Esa independencia, tanto artística como económica, que le proporcionará el baile y que lo llevará a convertirse en una estrella internacional, será también una fuente de constantes contradicciones en la edad adulta al sentir que está traicionando sus raíces y a la gente a la que ama precisamente por tener esa libertad de la que ellos carecen. 

‘Yuli’ es mucho más que una historia de superación y esfuerzo, su trasfondo político es innegable (el guion está firmado por Paul Laverty), sobre todo a la hora de hablar de la herencia esclavista y del panorama de desesperación económica durante tantas décadas en Cuba, pero sobre todo sorprende la delicadeza y sensibilidad (tanto estética como narrativa) con la que están rodadas las escenas de baile. En ese sentido resulta fundamental el trabajo de Álex Catalá como director de fotografía, de Alberto Iglesias, el compositor de la banda sonora, del propio Acosta y sus coreografías y de Bollaín y su capacidad para componer algunas secuencias de un enorme lirismo, como ese baile desesperado bajo la lluvia de un niño que se rebela contra sí mismo y contra aquellos que le rodean porque se encuentra atrapado por su propio talento dentro de un mundo profundamente hostil.