CRÓNICA

Secret Vida, el culto al evento

El debutante festival de Sant Pere de Ribes desafió al público con un cartel sorpresa, mantenido bajo llave, en el que se abrieron paso José González, La Casa Azul y Los Mambo Jambo

José González, en el Secret Vida de Sant Pere de Ribes

José González, en el Secret Vida de Sant Pere de Ribes / periodico

Jordi Bianciotto

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Dado que todo, o casi, ha sido visto en materia de festivales pop, la organización del Vida Festival, de Vilanova i La Geltrú, tuvo a bien desafiar a su clientela habitual con una muestra en la que el cartel era secreto de sumario. También para la prensa, damos fe. Convocatoria con tirón, en la que 1.500 personas agotaron entradas y abonos atraídos por la fiabilidad de la marca madre, ese Vida veraniego cuya última edición contó con cabezas de cartel como Franz Ferdinand, St. Vincent y Iron & Wine.

Rumores y especulaciones corrían de boca a oreja este viernes (primera de las dos jornadas del festival) por el recinto de la finca Mas Solers, la antigua sede del Casino de Barcelona, en Sant Pere de Ribes, que acogió este primer Secret Vida. Marco noble, dos grandes salones enmoquetados acogiendo sendos escenarios y un presentador, Ángel Carmona, periodista de Radio 3, a quien correspondió la tarea de ir desvelando la identidad de cada artista a medida que le tocaba el turno. El primero, Tamino, ‘indie’-cantautor belga tendente al punto de fuga emotivo a lo Jeff Buckley.

Estar y escuchar

Parloteo en la sala ante un artista apenas conocido que se valía tan solo de su voz y su guitarra. Como con el siguiente, Ferran Palau, recorriendo la cerebral mística pop de ‘Blanc’ con Joan Pons (El Petit de Cal Eril) a la batería. Ahí, una chica alzó la voz para pedir silencio, “que esto parece la feria de Santa Llúcia”. Reflexión: primando la marca del festival sobre el artista, el Secret Vida estaba potenciando el efecto evento por encima de la afinidad con una propuesta. Mucha gente hablaba durante las actuaciones porque quizá valoraba más estar ahí que escuchar a un determinado artista. A su vez, los grupos del Secret Vida no tocaron para sus fans: quizá hoy los de José González se estén rasgando las vestiduras al saber que el viernes actuó en el festival sin que nadie les avisara.

El cantautor sueco de raíces argentinas, que ofreció un concienzudo recital en solitario, muy distinto por tanto del pase orquestal de hace dos meses en el Auditori, terminó siendo la única figura internacional con calibre de cabeza de cartel de esa jornada. La otra presencia ‘guiri’ resultó ser Franc Moody, grupo británico que animó a bailar con sus bases ‘funky’ electrónicas y sus guiños a la escuela de George Clinton.

Completando el cartel, artistas autóctonos y de perfiles muy dispersos: Pavvla, estrenando su segundo disco, entre el intimismo pop y el trazo electrónico, Los Mambo Jambo con su centrifugadora de rock’n’roll primigenio, surf y swing, la máquina de himnos pop de La Casa Azul en formato banda, y las sesiones de Miqui Puig y Ramon Castells enfilando la madrugada. Secretos desvelados, y algunas dudas en el aire.